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La concejala de Fiestas, Servicios Operativos y Limasam, Teresa Porras, no deja indiferente a nadie. Cada vez que habla de limpieza, su negociado, monta una espuma que crece hasta ser una ola, pero lo cierto es que su discurso no ha cambiado desde que cogió ... la cartera. Siempre defiende la gestión de Limasam y asegura que el problema de la limpieza en Málaga está en la falta de concienciación de los ciudadanos. Si la critican, que la critiquen, que ella no se despeina.
La próxima comisión de Medio Ambiente –que ella preside aunque realmente debería presidirla la concejala del ramo, Penélope Gómez, pero la veterana popular pone sus galones en lo alto de la mesa– seguramente volverá a decir lo mismo a sabiendas de que escuece.
Después de reiterar que hay falta de concienciación ciudadana, que en la calle Larios no hay papeleras y que nadie tira cosas al suelo o que en pandemia no había ni que barrer las calles –esta frase es de premio– como terminando una escalera de color de titulares llamativos, al más puro estilo Porras, la concejala popular no se quedó ahí. Haciendo uso de su potestad de presidenta, y con las salidas que suele tener, invitaba a los concejales de la oposición a hacer la prueba del algodón con los barrenderos de Limasam. Es decir, a ir con ellos un día a limpiar por la mañana una determinada zona y volver a las cinco horas a ver cómo está la calle.
Pues bien, en la comisión estuvieron afirmando que es verdad que los ciudadanos podían colaborar más, pero que Limasam estaba mal gestionada y debía ser más eficiente, pero ninguno de los aludidos, de los invitados a la turné de Porras contestaron. Parecía una oportunidad perdida de profundizar en cómo trabajan los barrenderos, saber qué es eso de los cuartelillos, los turnos, etc, así que tocaba preguntar a los aludidos si recogían el guante de la popular.
Los viceportavoces del PSOE y Con Málaga, Begoña Medina y Nicolás Sguiglia, dijeron aceptar el ofrecimiento al ser preguntados. Curiosamente ambos le hicieron un envite de vuelta. Sin ponerse de acuerdo, porque no les dio tiempo, de lo que esta sección da fe y ellos mismos podrán corroborar, indicaron que irán con Porras, pero que a cambio ella tendrá que darse también un paseo con ellos por la Carretera de Cádiz. Coincidían hasta en el distrito. «Le haré un recorrido por calles sin decírselo previamente porque si no, ya la conocemos, me manda una cuadrilla entera a dejar la calle estupenda; calles que están meses y meses sin baldear, pringosas. Queremos que Limasam sea pública, pero hay margen de mejora», puntualizaba Medina.
Sguiglia subrayó que irá con Porras y con los barrenderos «pero sin trucos y con miembros del comité de empresa para que escuche la visión de los trabajadores» al tiempo que le invitaba de vuelta a ir con él por lugares de la Carretera de Cádiz, cuyo acerado «está negro y pringoso. Llevaremos estropajos y limpiaremos para ver el color original del suelo», añadía.
La viceportavoz de Vox, Yolanda Gómez, no se lo pensó mucho. No aceptó. «Creo que nos ha invitado en sentido figurado», indicando que en Limasam lo que hay es un problema de gestión, y que la ciudad necesita que unas zonas se limpien más que otras, y que eso es lo que no hace bien la empresa de limpieza municipal.
Quedan 58 días para que empiece la Feria de Málaga 2024. pic.twitter.com/k0cLKEtc9V
— Paco de la Torre (@pacodelatorrep) June 19, 2024
La mañana del miércoles se abría el proceso para elegir el cartel del la Feria de Málaga entre los cinco finalistas elegidos, y por la tarde el alcalde Paco de la Torre colgaba un vídeo en sus redes sociales ciertamente enigmático. Se visiona la reunión de agenda en la Alcaldía de Málaga, en el salón beige. Su secretaria titular, María José Bernal, le aconseja: «Alcalde tenemos que cerrar ya el tema del pregonero». El regidor le contesta: «Sí, no os preocupéis. Hablaré pronto con él porque no debe ser difícil. Está en todas partes». Un dato. Es un pregonero, no pregonera. Los miembros de su equipo, entre ellos el coordinador general de Comunicación, Jesús Espino, se sonríen. Debe quedar poco para que se resuelva el enigma.
La portavoz de Con Málaga, Toni Morillas, demandó este miércoles que se elevaran las sanciones a las plataformas de comercialización de viviendas turísticas ilegales, así como a los propietarios de las mismas que perciban ingresos sin que estén autorizadas. «El Ayuntamiento de Málaga podría estar desarrollando ya un plan de inspecciones con régimen sancionador, para que los 4.000 pisos ilegales que operan en la capital afloren y se desincentive esta actividad irregular y que tanto efecto tiene en el precio de la vivienda. El actual caos se motiva en la inacción del PP desde el gobierno municipal», subrayaba, indicando que hoy jueves, presentará una iniciativa en la comisión de Economía en esta línea, en la que también pedirá la moratoria total para otorgar nuevas licencias de viviendas de uso turístico.
La portavoz de la coalición entre IU y Podemos puntualizó que existen grandes plataformas sacando pingües beneficios de estos pisos turísticos ilegales, que estimó que podían a llegar a ser unos 4.000 en la capital. Explicó que el Gobierno ha puesto en marcha una investigación para detectar y sancionar estas plataformas y que la Junta tiene un régimen sancionador con multas de hasta 150.000 euros, y puso el ejemplo del Ayuntamiento de Barcelona, con una normativa que ampara sanciones de hasta 60.000 euros, por lo que argumentó que hay ejemplos de sobra para que el Ayuntamiento de Málaga se ponga manos a la obra.
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