La oposición pide en el pleno de Málaga la dimisión a Mariana Pineda y ella ni responde

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Lo más llamativo, sin duda alguna, es que Mariana Pineda, a la que el portavoz socialista, Dani Pérez y la viceportavoz de Con Málaga, Toni Morillas, le han pedido la dimisión en cada una de sus intervenciones, ni siquiera ha abierto la boca. Tras el enfado entre bambalinas de los populares días atrás porque la concejala de Innovación, Alicia Izquierdo, había dejado a los pies de los caballos al gerente de Promálaga señalando que él solo había decidido firmarlo, sin encomendarse a nadie, en este pleno la ponían a trabajar, en medio de un ataque de nervios, para que dijera todo lo contrario: es decir, que «le respalda totalmente», y que la oposición tenía la información del contrato -que les enviaron ayer por la tarde-, por lo que no había falta de transparencia.

Ni Mariana Pineda compareció, pese a la petición de la oposición para que dejara su acta de concejal, ni el alcalde Paco de la Torre tomó la palabra para defenderla, como le exigía el portavoz socialista, Dani Pérez. Lo único que dijo De la Torre es que su única vinculación con el patrocinio fue que asistió al mismo (el Observatorio de la Cultura en el Albéniz el pasado 29 de enero). Dani Pérez le amenazó con llevar el patrocinio a la Fiscalía y le entró la risa floja cuando dijo que ni su hija de cuatro años se creería que el impacto en medios del acto en el Albéniz había sido de 6,9 millones de euros, como indica el expediente. «Están pillados, esto va a terminar en la Fiscalía y están preocupados», que afirmaba exigiendo saber quién le había dado la orden al gerente de Promálaga para firmar el patrocinio, si había sido el alcalde o la concejala de Cultura, e insistiendo en que Pineda era culpable por acción «si le había dado la orden», o por omisión porque no era creíble «que siendo concejala de Cultura no se enterase de nada», como apuntó.

La viceportavoz de Con Málaga, Toni Morillas, también amenazó, por su parte, de que el contrato acabe en el Tribunal de Cuentas así como en la Oficina contra el Fraude y la Corrupción de Andalucía, y le recriminó a Mariana Pineda que no tomara la palabra cuando le estaban exigiendo responsabilidades políticas. «¿No ha habido ninguna comunicación con Alcaldía, con Promálaga, señora Pineda, ningún correo electrónico desde el área de Cultura?», que le decía mirándola. Le contestó a Alicia Izquierdo que en el Ayuntamiento «sí había habido malas praxis», y concretamente en Promálaga, donde su anterior director económico estaba siendo juzgado por presuntas mordidas. «Primero el caso mordidas en Promálaga, después el caso Smassa en el aparcamiento de Pío Baroja, después el caso de la Orquesta Filarmónica y ahora el caso Pineda», puntualizó, indicando que la orden para firmar el contrato había salido o de Alcaldía o de Cultura. La viceportavoz de Vox, Yolanda Gómez, hablaba del despilfarro de dinero y de que primero debían depurarse responsabilidades y que por eso, indicó, no iba a votar a favor de la dimisión o cese.

Por su parte, Alicia Izquierdo que, acelerada hizo dos turnos de palabra seguidos, mientras su compañera Mariana Pineda, la señalada, ni siquiera intervenía, defendió que el gerente de Promálaga tiene capacidad para hacer contratos de hasta 300.000 euros, y que el problema es que el PSOE y Con Málaga que querían gobernar desde la oposición coartando esta capacidad. De Pineda subrayó que porque participara en un vídeo promocional (reel en redes) de la Fundación Contemporánea, la entidad patrocinada (en donde además animaba a apuntarse a una de las actividades de la misma) «no quiere decir que haya participado en esta contratación», indicaba visiblemente nerviosa, para acabar hablando de la transparencia de la empresa y de que habían facilitado a la oposición el expediente de la contratación al tiempo que volvía a respaldar al gerente de Promálaga.