Los médicos del hospital de Barcelona evalúan el estado de Oliver para decidir cuándo operar

En El Prat le esperaba una ambulancia para trasladar al menor al Hospital Sant Joan de Déu, donde será intervenido de su tumor cerebral. Según fuentes del centro hospitalario consultadas por este periódico, el menor ingresó a mediodía y ahora los especialistas están evaluando el estado de su enfermedad, pero por ahora no quieren facilitar más información.

Al malagueño le harán durante la mañana las pruebas pertinentes para decidir cuándo podrá pasar por el quirófano para extirparle el tumor. Esas pruebas diagnósticas resultarán clave para los especialistas del centro hospitalario catalán para saber el estado exacto del tumor y cuándo podría pasar por quirófano, siendo conscientes de que la operación no se puede alargar mucho más.

Oliver ya pasó la semana pasada por una primera operación en el país americano, pero la extirpación de la tumoración, la operación más importante, se le realizará en España cuando antes. El padre del pequeño, malagueño del barrio del Torcal y que se mudó hace un año a Playa del Carmen (península de Yucatán) para trabajar de instructor de buceo, explicaba a este periódico que la sanidad mexicana no le daba garantías de plazos para operar a su hijo. «Nos dan semanas de vida si no se opera», relataba.

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Los expertos del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona han estado en contacto permanente con la familia. Se trata de un hospital privado puntero, a la vanguardia en Pediatría, que cuenta con altas tasas de éxito en patologías de alta complejidad en menores y que además tiene un departamento específico de Pacientes Internacionales.

La operación consiste en la apertura del cráneo por la región posterior (región suboccipital) para, mediante técnicas de microcirugía, proceder a la extirpación de la tumoración, que por la localización bloquea las vías de paso del líquido cefalorraquídeo y produce de forma secundaria un cuadro de hidrocefalia, por lo que hay que tratar también ese acúmulo de líquido, según explicó a este periódico el jefe del servicio de neurocirugía del Hospital Regional de Málaga y presidente de la Academia Mundial de Neurocirugía, Miguel Ángel Arráez.