Oleada de basura en Louis Pasteur

El Boulevar Louis Pasteur, situado en Teatinos, es uno de los espacios de moda en la ciudad. La reciente llegada de promociones terminadas, unida a la apuesta de muchos comercios de ocio, deporte y restauración hace que este enclave, espacioso y por el que se ha apostado institucionalmente, sea un lugar cómodo y accesible para vivir. No obstante, desde la llegada de algunos comercios de comida rápida (ojo, estas palabras no lo señalan como culpable), la actitud incívica de muchos de sus clientes dejan muchas noches, sobre todo las del fin de semana, la zona llenada de bolsas de cartón, envases y comida en descomposición.

«Es una pena que un barrio como este, con el espacio y las zonas verdes tan bonitas que hay para dar paseos en familia, se convierta en un estercolero los fines de semana. Los jóvenes aprovechan la zona para cenar e incluso algunos hacen botellón. Ni siquiera esto lo vemos mal siempre que se respeten las horas de sueño, lo que no concebimos es que dejen todos los desperdicios en los bancos de los parques y ensucien la visual preciosa de un lugar que ha reflotado tanto» explica V. N., lectora habitual de este periódico y residente de la zona.

Otros vecinos también coinciden en esta reflexión, y es por ello que piden compromiso por parte de los establecimientos, pero sobre todo un aumento de las batidas de limpieza municipales así como sanciones ejemplares para todo aquel que deje la zona con esta magnitud de suciedad. «Hay contenedores suficientes para albergar todos los desperdicios» aportan.

Lo explican vecinos del Camino de la Adelfilla, un lugar que fue protagonista de esta sección por la suciedad de la zona alta de la calle (que sigue sin arreglar), y que ahora tiene otro contratiempo: «Hay un árbol que deja mucha resina y estropea la carrocería de los coches. Lleva años sin podas, incluso somos los propios residentes los que tenemos que hacerlo con el riesgo que eso conlleva. Hemos escrito varias veces al Distrito para que vengan a podarlos pero no tenemos respuesta hasta la fecha», explican en conversaciones con este redactor.

Hace más de un año, volvieron las pintadas a Capuchinos, después de que los vecinos ya tuvieran el barrio cubierto con rótulos alusivos a la crisis sanitaria del covid. Esta vez no tenían que ver con la pandemia, pero también eran mensajes desagradables. En la zona de El Molinillo, Segalerva, se empezaban a ver otra vez textos como el de «No hay covid». Pero esta vez era un «Viva Putin», algo que enfadaba (y enfada) a los residentes de la zona –y cualquier viandante con sensibilidad–. Desde esa fecha, son muchos los vecinos que han intentado borrar los mensajes, siendo las administraciones conscientes de todo el jaleo.

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