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Ya se ve la luz al final del túnel de la Alcazaba, después de lo que, en términos redondos, va a ser un año completo de obras. Los trabajos concluirán a finales de julio previsiblemente toda vez que ya han alcanzado el 90% de ejecución, ... según indican fuentes de Urbanismo a SUR. La mayoría de las mamparas de cristal que separarán a los viandantes de la calzada ya están instaladas. En estos días, los peatones ya pueden caminar por la acera derecha en sentido Malagueta, en tanto que sólo hay habilitado un carril para el tráfico rodado en el mismo sentido, pegado al lado contrario, al izquierdo.
La altura de cada panel de vidrio laminado es de 2,5 metros, con lo que quedan lejos de la bóveda del túnel. Van montadas sobre perfiles sujetas a las 'costillas' de hormigón que albergan gran parte de los nuevos sistemas lumínicos y de sonorización de esta infraestructura. También hay iluminación en la bóveda y el acerado, que ha sido recrecido y elevado (la nueva acera mide 2,4 metros de ancho, frente al 1,74 actual). En cuanto a la seguridad, habrá 4 cámaras de videovigilancia en cada acera y también se han renovado los sistemas de ventilación, cuya vida útil había llegado a su fin tras 25 años desde la inauguración de este tubo de 82'7 metros (240 con las embocaduras) y un ancho de 16.
Quedan los remates finales entre los que se encuentran trabajos estéticos y de reasfaltado. Cabe recordar que una cierta parte de la reducción del impacto acústico se conseguirá con un material de rodadura fonoabsorbente. Estas obras, además, deben contemplar el repintado final de marcas viales teniendo en cuenta que en vez de los cuatro que había antes solo van a quedar tres carriles para el tráfico motorizado (dos hacia la Victoria y uno hacia la Malagueta). La reducción a la mitad del tráfico por el eje restringido Álamos-Carretería hace posible a su vez esta reducción en el túnel.
La intensidad media diaria de vehículos ha bajado durante las obras. Si antes de las mismas los cuatro carriles soportaban algo más de 20.000 vehículos diarios, ahora, se registran 8.540 sentido Victoria (cuando está abierto) y 6.995, hacia La Malagueta y el Parque.
Las obras de insonorización se iniciaron con los primeros cortes el 18 de julio del año pasado. Y han sido numerosas las afecciones al tráfico durante este tiempo, que el Área de Movilidad ha ido comunicando convenientemente, incluidas los cierres totales de noche y afecciones a los autobuses urbanos 1, 36, 37, C1 y N1 en su subida hacia el barrio de la Victoria.
Esta intervención que tiene un presupuesto de 2,6 millones de euros y un plazo inicial de 8 meses, que van a ser 12. El punto de partida era la de una infraestructura muy poco amable con el peatón, que sufre una presión sonora sostenida de entre 80 y 90 decibelios (dB). Por eso, los técnicos se marcaron el objetivo de dejar el ruido en 75, que es justo lo que genera el tráfico en las embocaduras del túnel, que además ejerce de efecto rebote. Finalmente, el recorte va a ser superior, dado que las simulaciones con un software especial indican que se podrá dejar en 69,5 dB. Se ha actuado sobre una superficie global de 6.059 metros cuadrados.
Las obras las ha desarrollado Sando y Conacón en cuatro frentes distintos: reducción del tráfico rodado en el citado carril; las mencionadas mamparas; la implantación de una capa de gránulos de corcho con un grosor de 3 centímetros sobre toda la bóveda (a partir de 2,7 metros de altura), y una capa de rodadura que también apaga el sonido.
El proceso inicial requirió de tareas especiales de limpieza para preparar las superficies a recubrir. También se sanearon y sellaron las grietas que presentaba el túnel, que originaban filtraciones de agua y restos minerales.
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