La obra del nuevo acceso a Portada Alta y Teatinos se retoma tras año y medio parada

Con la obra ya en marcha, hubo que parar y cambiar los planes para reforzar las medidas de contención, con el inconveniente añadido de que la pantalla de pilotes no se podía ejecutar bajo el paso superior del ramal de la autovía hacia el Palacio de Ferias por problemas de gálibo. El resultado es que desde que se decidió modificar el proyecto en mayo de 2019 hasta que se han retomado las obras han transcurrido 18 meses. ¿Por qué? Entre otras cuestiones porque este modificado conlleva un sobrecoste de 665.000 euros respecto a los 1,56 millones por los que fueron adjudicados los trabajos a la unión temporal de empresas formada por Probisa y Construcciones Garrucho.

Aunque el montante inicial será cofinanciado por Carrefour con 980.000 euros debido a que el centro comercial Alameda, se beneficiará de una entrada directa desde la autovía, este dinero de más será asumido íntegramente por el Ayuntamiento, tal y como quedó comprometido en el convenio de colaboración público-privada suscrito en noviembre de 2016 para ejecutar este proyecto.

Más dinero y también más tiempo efectivo de ejecución, porque si la previsión inicial era de cuatro meses finalmente rondará los ocho. Teniendo en cuenta que los trabajos hasta su bloqueo duraron apenas dos meses (el tiempo suficiente para ensanchar la avenida de Jorge Luis Borges para ganarle un tercer carril y facilitar el enlace de este nuevo ramal hasta la glorieta de José Bergamín), el horizonte para su entrada en servicio apunta aproximadamente a abril de 2021. Echando la vista atrás, la primera vez que se plantó su construcción fue en 2008, aunque no fue hasta 2016 cuando arrancaron los trámites para hacerlo realidad.

Como ha venido informando este periódico, este nuevo ramal está llamado a reducir el colapso de tráfico que, antes de la pandemia, se repetía a diario en las horas punta desde que se eliminó la conexión con la antigua ronda oeste (ahora MA-20) a raíz de la remodelación del enlace de Alameda-Barriguilla ejecutado por el Gobierno central en 2010.

La actuación prevista consiste en recuperar un vial paralelo a la autovía que discurre bajo el citado nudo viario que Fomento ejecutó pero que nunca llegó a completar por falta de liquidez. El trazado partirá desde una bifurcación del carril que enlaza con la autovía del Guadalhorce (A-357) y continuará por un paso subterráneo para salvar la intersección con la salida a la ronda desde la avenida de Andalucía hacia el túnel de Carlos Haya y desembocar directamente en la zona del centro comercial. De ahí, se habilitará un ramal hacia las calles Prosper Mérimée y Saint Exupery, mientras que el vial principal (755 metros de longitud) seguirá sobre la antigua salida que había hasta la avenida Jorge Luis Borges.

La principal complejidad de la obra radica en la creación del citado paso bajo el ramal de entrada a la ronda, aunque no afectará al tráfico. En cuanto al resto, se trata básicamente de reasfaltar el trazado e instalar el alumbrado, ya que la mayor parte de la infraestructura ya existe.