Han tenido que pasar cuatro años de trámites y estudios para que puedan iniciarse los trabajos de reparación de la cripta del santuario y basílica ... de la Victoria, uno de los principales monumentos del barroco tétrico español. El Obispado de Málaga inicia esta semana la rehabilitación de este singular espacio, que resultó muy dañado por unas humedades que provocó una fuga en unos aseos del clausurado Hospital Doctor Pascual. Los técnicos de la diócesis siempre sostuvieron que la principal causa de los daños era esa fuga, pero la Gerencia Municipal de Urbanismo y la Junta pidieron estudios complementarios que han demorado el inicio de las obras, que se acometen tras una nueva orden de ejecución inmediata por parte del Ayuntamiento fechada del pasado día 20 de julio.
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Y es que desde el Obispado se ha defendido que, antes de acometer la restauración de la cripta, debe asegurarse que no va a volver a producirse una nueva fuga en los citados aseos del centro sanitario, que fueron sellados, tras lo que la humedad paró. Para ello, han apuntado que lo más conveniente es que se supriman esos servicios, que se encuentran sobre los nichos, para evitar el riesgo de que vuelvan a provocarse filtraciones. No obstante, todo apunta a que tendrá que ser la Junta, que ha llegado a un acuerdo con la propiedad del hospital para reabrirlo y explotarlo durante los próximos diez años por parte del Servicio Andaluz de Salud, la que tome medidas para evitar el peligro de que este monumento vuelva a sufrir daños.
El proyecto de restauración será realizado por la empresa Tarma Restauración y Patrimonio, con un presupuesto de 61.571 euros y un plazo de ejecución de tres meses. Los directores de los trabajos son el asesor técnico del Obispado Pablo Pastor Vega y el arquitecto Antonio Moncada Medina.
La actuación planeada por el Obispado incluye entre otras labores, la limpieza, consolidación y reparación de la decoración fúnebre que jalona la cripta con las técnicas más adecuadas para este tipo de restauraciones, así como la reconstrucción de algunas partes perdidas mediante moldes y reproducciones en escayola de los originales. También engloba la supresión de la cristalera exterior que se colocó en el acceso desde el jardín de la plaza de Alfonso XII para que exista una ventilación constante del espacio.
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Asimismo, la intervención prevé la reparación de una fisura en la cubierta, la sustitución y mejora del sistema de iluminación para crear un ambiente tenue, y el desarrollo de un plan de mantenimiento para colocar medidores de temperatura y humedad, y llevar a cabo una limpieza superficial e inspección de la zona cada tres meses.
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