El Obispado de Málaga no ha dejado pasar ni un solo día después de la Semana Santa para retomar los trabajos para la construcción de un tejado a dos aguas que vendrá a acabar con los problemas de filtraciones que padece la Catedral. Una vez ... retirada la estructura de la rampa por la que han accedido las cofradías que hacen estación de penitencia en el interior del primer templo de la ciudad, la diócesis ha acelerado la instalación de la enorme grúa con la que en los próximos días empezará el grueso de la obra en sí de la nueva cubierta.
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En los días previos a la Semana Santa quedó completada la base de cemento en la que ya se ha anclado la estructura vertical de este brazo, una operación que requirió la realización de unos sondeos arqueológicos en el subsuelo de la calle Postigo de los Abades, supervisados por la delegación de la Consejería de Cultura. Superada esa etapa, la grúa de la obra para el tejado de la Catedral ya es una realidad. Su montaje quedará concluido esta misma semana, posiblemente el martes o el miércoles, y se podrá empezar a utilizar a partir del lunes próximo.
Inicialmente, los responsables y autores del proyecto del tejado, los arquitectos Juan Manuel Sánchez La Chica y Adolfo de la Torre Prieto, planificaron la instalación de dos grandes grúas en la calle Postigo de los Abades, pero finalmente solo será una la que se plantará. Para poder actuar en otras zonas del edificio se emplearán grúas portátiles.
La construcción del tejado a dos aguas para acabar con los problemas de filtraciones que padece la Catedral será realizada por la unión de las constructoras Hermanos Campano y Grupo ORP. Las obras, valoradas en más de 17 millones de euros ya cubiertos en un 80% por las ayudas de varias administraciones públicas, comenzarán por la demolición de la 'piel de ladrillos' que se aplicó al exterior de las bóvedas en 2009 y que resultó fallida. Así, se eliminarán las capas de ladrillos y se dejarán las láminas de plomo que se colocaron como primera base de aquella intervención para proteger el edificio en caso de que se produzcan lluvias.
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Una vez que la estructura y el tablero de la nueva cubierta garantice que las lluvias no van a producir deterioro en la zona inferior, se retirarán las láminas de plomo de la solución de 2009 y se acometerán los cerramientos verticales, revestimientos y acabados del tejado. Este proceso comenzará por la parte barroca de la Catedral, es decir, desde la fachada a la plaza del Obispado hacia el este, hacia el crucero. Luego, seguirá por la girola (la parte curva que enmarca el altar mayor) y por los cruceros norte y sur, junto a las puertas del patio de los Naranjos y la calle Postigo de los Abades.
Asimismo, la intervención también renovará las cubiertas intermedias de la Catedral, es decir, las que se encuentran sobre las capillas. Esos trabajos comenzarán por la zona sur, en sentido oeste a este. Se hará por terrazas completas en las que se extenderán lonas en el caso de que llueva durante los trabajos. Ese proceso acabará en la zona de la girola, en tramos que coincidirán con las juntas de dilatación.
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Por su parte, la realización de una nueva cubierta a cuatro aguas para la sacristía, junto al patio de los Naranjos, se llevará a cabo al mismo tiempo que el tejado a dos aguas. En este caso podría emplearse una tercera grúa auxiliar, así como andamios.
Según se recogió en el contrato que firmó el deán de la Catedral, José Ferrary, con las empresas constructoras en junio del año pasado, la obra del tejado tiene un plazo de ejecución de unos 30 meses, dos años y medio, por lo que podría quedar concluida para el año 2027. Según lo previsto hasta ahora, los trabajos podrán desarrollarse sin tener que cerrar el templo al culto.
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Al tiempo que se retira esa 'piel de ladrillos' comenzarán los preparativos para colocar la estructura de vigas de madera sobre la que se realizará el tejado. «Todos los elementos estructurales vendrán tratados de fábrica. En el taller a nivel de calle, se ensamblarán las diferentes piezas mediante uniones atornilladas, configurándose conjuntos a elevar que no superen la capacidad portante de las grúas. Entre cada pareja de ejes, una vez colocadas las cerchas, se montarán las correas primarias y secundarias y las diferentes capas hasta el tablero marino con su impermeabilización. Previamente, habremos puesto las redes de protección bajo la cumbrera», han explicado desde la UTE Hermanos Campano-Grupo ORP.
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