El pasado 12 de julio se informaba en este periódico que se reabría el tráfico de manera completa y en doble dirección del túnel de la Alcazaba, que por fin contaba con toda su renovación disponible para los malagueños y turistas. Después de un año justo de obras, ahora un poco más, era la realidad de un proyecto que ha tenido una inversión de 2,6 millones de euros.
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No obstante, hay algunos contratiempos que ya han identificado los viandantes que llevan semanas utilizando este túnel, que tenía como cometido principal disminuir el ruido desde los 90 dB máximos que se registraban a menos de 70 dB. El problema es, no solo los desperdicios que hay en el suelo por la falta de más papeleras en todo el recorrido, sino también el estado del suelo, pegajoso y con suciedad, algo que desluce todo el esfuerzo de las instituciones en renovar y mejorar todo este enclave que sirve de pasarela para muchos viandantes locales y turistas durante todo el año.
En los que respecta al tráfico y la movilidad, ha división de opiniones: «Un solo carril dirección Malagueta es un error, normalmente en ese sentido siempre hay colas y esperas. Ya lo estamos viendo» explicaba un lector en una de nuestras noticias o «Me temo que las aceras terminarán siendo compartidas con las bicicletas» razonaba otro malagueño inquieto por cuál será el devenir de este túnel que cuenta con adeptos y con también detractores. Lo que sí está claro y más que demostrado es que falta limpieza y para ello hay que empezar por las papeleras.
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