Una nueva vida para Los Delfines, el local de camperos que renace gracias al 'delfipollo' y al '69'

Los Delfines encara una nueva etapa, aunque los populares 'delfipollo' y '69' seguirán siendo un referente para todo el barrio de Capuchinos, en la capital. El popular negocio de camperos, abocado al cierre por la reciente jubilación de su anterior propietario, ha logrado sobrevivir gracias al empuje de un nuevo empresario que se ha hecho cargo del establecimiento y ha mantenido la carta del popular establecimiento.

La bocatería, ubicada en la Alameda de Barceló, 16, y abierta desde el año 1996, mantiene la misma esencia de la mano de Francisco Arcas, un empresario local con amplia experiencia en el sector de la hostelería tras gestionar diferentes negocios en la capital. En este nuevo proyecto le acompaña su mujer Sandra Ruiz, cuyas manos se encargarán de preparar los afamados camperos.

Arcas, gran apasionado de la Semana Santa, del Carnaval y del resto de tradiciones locales, confiesa que este nuevo proyecto es muy especial para él, ya que Los Delfines ha sido como su segunda casa. Él estudió Mecánica en Salesianos, colegio que está prácticamente al lado del local, y siempre acudía allí a desayunar. «Conocía a Javier (el anterior dueño) de toda la vida y cuando surgió la oportunidad no me lo pensé dos veces», afirma.

Para esta nueva etapa el local se ha modernizado un poco, pero mantiene toda la esencia de antaño y la carta completa sin cambios. Lo primero que han hecho es recuperar los desayunos, una franja horaria que se perdió durante la última etapa, y pintar el local para darle algo más de colorido.

El personal, eso sí, es nuevo. De momento trabajarán cuatro personas (dos en la sala y otras dos en la cocina), aunque esa cifra podría variar en función de la temporada y las necesidades del servicio. El horario será de 9 a 12 y de 19 a 23 horas, aunque los fines de semana ampliarán hasta las 00 horas.

El empresario confiesa que la clientela está respondiendo muy bien al cambio y se muestra agradecida con la nueva vida de Los Delfines. «El barrio nos ha acogido con mucho cariño y no nos podemos quejar», explica. «Me ha sorprendido un poco cómo estamos funcionando desde el primer día», añade algo abrumado.

Tras la barra se esconde ahora Sandra Ruiz, que ha mantenido toda la carta y los productos de antaño. De hecho, ni han cambiado las cartas para que los clientes se sientan como en casa. Antes de la apertura, la cocinera estuvo un mes formándose con los anteriores propietarios y aprendiendo la receta secreta de su renombrado alioli. «No se puede decir cuál es el secreto, pero es conocido en toda Málaga», sostienen.

Entre los 75 platos distintos que figuran en la carta sobresalen el referido 'delfipollo', el '69', que no es otra cosa que un superbocata de pollo, bacon, queso y huevo. Todo un referente para el barrio de Capuchinos.

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