Así será la «nueva centralidad» de Cortijo de Torres

La necesidad de que el espacio urbano de Cortijo de Torres cuente con actividad a lo largo de todo el año y se convierta en un nuevo «espacio de oportunidad» en la ciudad con usos que vayan más allá de tres semanas en agosto comienza a despejarse. Lo hace a partir de una ambiciosa reordenación urbana presentada esta mañana y a cargo del estudio de arquitectos de Juan Gavilanes y Francisco González, que han planteado una actuación a largo plazo sobre esta pastilla de 141.000 metros cuadrados anexa al Palacio de Ferias.

Precisamente la ampliación de esta infraestructura, que lleva años reclamando una ampliación en al menos 20.000 metros cuadrados, es uno de los pilares del proyecto, que contempla igualmente edificios de oficinas, la reordenación de la zona de casetas y un hotel. Así lo han explicado los autores de este proyecto cuyo coste estimado ronda los 232 millones de euros y que en palabras del alcalde, Francisco de la Torre, «cumple con una de nuestras promesas electorales» y, en paralelo, «da respuesta a los feriantes», que tendrán la oportunidad de aprovechar las nuevas infraestructuras para organizar eventos todo el año.

Contemplado con un proyecto «a largo plazo» que el Ayuntamiento aspira a ejecutar a partir de la colaboración público-privada, el nuevo Cortijo de Torres impulsará además una «nueva centralidad en la ciudad y un espacio de oportunidad», en palabras del primer edil. En esencia, la reordenación urbana de la zona se ha realizado «a partir de máximos» y se ha dividido en cuatro usos principales: el primero de ellos, hasta una superficie de 91.893 metros cuadrados, irá destinado a oficinas; otros 2.700 metros cuadrados para uso comercial; 42.000 metros cuadrados para superficie «ferial-industrial» y la ampliación del Palacio de Ferias está proyectada sobre un espacio inicial de 38.000 metros cuadrados. Además, está previsto que 83.425 metros cuadrados vayan destinados a aparcamientos soterrados.

Dentro de ese objetivo medular de que Cortijo de Torres tenga actividad a lo largo de todo el año, Gavilanes y González han anunciado que el proyecto servirá para construir «una nueva fachada de la feria hacia el Palacio de Ferias, es decir, será una nueva imagen para acompañar este icono». Para lograrlo, se han planteado tres fases: la primera centrada en ese frente del Palacio de Ferias, una segunda que actuará en la «manzana intermedia» y una última sobre la alameda principal del actual recinto.

Desde el punto de vista de la estética, el denominado Zócalo Manzana Feria hace referencia a las parcelas del actual recinto, donde se plantea -en palabras de los arquitectos- «un cuerpo ligado a la calle que debe albergar usos feriales, deportivos, culturales, etc de carácter temporal que también permitan su ocupación durante la Feria de Málaga para volver a la situación anterior después de ella». Este zócalo tendrá una altura de 10 metros y en él se emplearán los recursos necesarios para que tengan uso todo el año, por ejemplo con la instalación de lucernarios y sistemas adecuados de refrigeración.

El segundo modelo, que ocupará parte del actual aparcamiento del Palacio de Ferias, recibe el nombre de Zócalo Manzana Palacio y prevé la integración de la futura ampliación del Palacio de Ferias con usos comerciales y de oficinas. En este sentido, tanto Gavilanes como González han hecho referencia a la construcción de «edificios híbridos» a partir de zócalos sobre los que repose la infraestructura de oficinas, «con 6, 7 u 8 plantas». «La idea es que esta zona pueda tener una ocupación el resto del año, por ejemplo con actividades del Palacio de Ferias y siguiendo el modelo de Ifema en Madrid o la Fira en Barcelona«, han dicho los autores del proyecto. »Es decir -han apostillado- que la actividad no se concentre sólo en el edificio principal del Palacio de Ferias, sino también en esa nueva zona urbana dispersa a través de pabellones«.

Sobre los plazos de ejecución, De la Torre ha considerado que se da por «satisfecho» si antes de que termine la legislatura se procede al cambio en el PGOU, que en la actualidad contempla esa zona de Cortijo de Torres como equipamiento; y la reconvierte en uso productivo. Posteriormente se trabajará en la búsqueda de socios privados, «una opción que en todo caso habrá que resolver a partir de concursos», ha añadido. Sobre si habrá cambios en el número de casetas que en la actualidad ocupa el recinto de Cortijo de Torres, De la Torre ha considerado que será «más o menos el mismo», aunque ha insistido en la idea de que «estamos ante un proceso abierto y flexible». Y sobre todo, a medio o largo plazo.