Imagen de archivo de la llegada de la ola del Melillero a la playa.

¿Por qué este año se nota menos la ola del Melillero?

La subida puntual de la marea se produce por efecto de la entrada y la salida del ferry rápido que conecta con Melilla

Ignacio Lillo

Málaga

Sábado, 7 de julio 2018, 01:31

Pocas cosas son tan auténticas en el verano malagueño como la ola del Melillero. Para los que no sean de aquí, consiste en una subida súbita y puntual de la marea en la orilla, especialmente en las playas de Sacaba, pero también se nota en La Misericordia, Huelin y La Malagueta. El origen está en las maniobras de entrada y salida en el puerto del ferry rápido de Trasmediterranea que conecta con Melilla, y que ya está operativo. El fenómeno es motivo habitual de bromas por parte de los oriundos hacia los turistas, que mueven las toallas sin avisar cuando se avecina y esperan a que los otros se mojen.

Publicidad

El caso es que este año habrá menos oportunidades de vivirla que los anteriores, y la razón es doble. Primero, porque el catamarán sólo va a hacer salidas y entradas los viernes de verano. Y segundo, porque estas se van a producir en horarios con poca afluencia de bañistas en las playas malagueñas.

En los viajes hacia la Ciudad Autónoma, el catamarán Alcántara Dos zarpará desde el muelle tres del Puerto a las 10.00 de la mañana, una hora temprana todavía para la mayoría de los usuarios del litoral de la capital. Peor será (a efectos de su disfrute) el horario de regreso: el ferry entrará en la dársena a las 22.15 de la noche, por lo que la subida de la marea se dejará notar un poco antes, sobre las 22.00. Este verano no hay previstas fechas especiales de refuerzo, por lo que todavía habrá menos ocasiones.

¿A qué se debe?

El origen de esta marea artificial es fruto de la conjunción de factores que tienen que ver con la ingeniería hidráulica, la poca profundidad del mar en la bahía de Málaga, la velocidad y el calado del barco, y esta comprobado que se produce sobre todo en lagos, según explican fuentes técnicas. Ocurre tanto a la entrada como a la salida del 'fast ferry'. Al llegar, tiene lugar en el momento de frenada del barco, cuando invierte el sentido de rotación de las hélices y da máquina atrás para mantener una velocidad mínima de gobierno, algo especialmente importante en el Alcántara Dos, porque navega a una punta de hasta 30 nudos. Así, el buque viene navegando a gran velocidad hasta la zona de aproximación del puerto, en torno a un kilómetro y medio del morro, en el canal de aproximación. Ese efecto de reducción de velocidad en la llegada es el que produce unos importantes movimientos de masa de agua, que puede provocar la ola, siempre que se den el resto de circunstancias.

De hecho, no todos los días tiene la misma intensidad, ya que depende del resto de fenómenos amplificadores, especialmente el oleaje. También influye el nivel del mar que haya en ese momento, la bajamar o la pleamar; y el mar de fondo que haya en ese momento en la popa del barco. En el momento de la salida ocurre una situación similar, ya que el barco vive una fuerte aceleración una vez que abandona las aguas abrigadas de la dársena.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad