Desde el barrio malagueño de Los Guindos hasta la idílica ciudad tailandesa de Phuket hay unos 35.000 kilómetros por carretera en 19 países distintos. Pero, más allá de las cifras, Javier y Lauranne se quedan con la odisea que vivieron en pleno siglo XXI, ... en la que la realidad volvió una vez más a superar a la ficción.
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El origen de esta aventura hay que buscarlo sobre todo en el amor. Javier, nacido y criado enMálaga, y Lauranne, de la villa francesa de Nantes, descubrieron un buen día no sólo una pasión indestructible entre ellos sino también de los dos hacia el mundo. A ambos les encanta hacer viajes emocionantes, para vivir grandes experiencias.
Lo que no sospechaba ninguno de los dos es que iban a llegar tan lejos. En un principio, Javier quería aprender otras lenguas. Ella ya se desenvolvía bien en otros idiomas. Junto a ellos dos también era indispensable que viajara su perro, Meko, un simpático Golden Retriever, que es fundamental en esta historia de pasión y aventura.
La isla de Malta no parecía un mal destino para las vivencias que quería esta pareja de enamorados, pero viajar con un can que no sea pequeño no es nada fácil.
«Para ir a Malta con Meko en avión nos costaba dos mil euros más, así que decidimos buscar un destino en el que se pudiera ir en coche», explica Javier Sánchez.
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El objetivo seguía siendo una isla, pero esta vez en un continente más lejano, Tailandia. Para ello Lauranne, Javier y Meko empezaron una odisea que nunca olvidarán, en un recorrido muy similar a la mítica Ruta de la Seda, que a tantos viajeros ha cautivado durante milenios. Pero en esta ocasión su transporte fue un Seat Toledo, que sufrió muchos avatares por carreteras y caminos llenos de obstáculos naturales y humanos.
La aventura tailandesa tiene los días contados para Lauranne y Javier. Aunque aún les quedan algunos meses de este 2021 en la isla asiática, ya tienen previsto su próximo destino. Así, prevén regresar a Europa para recorrerla en autocaravana en compañía de tres perros callejeros que han recogido en Phuket. Una vez que terminen todo el papeleo para poder llevarlos a Europa, emprenderán un regreso, esta vez en avión, hasta Amsterdam.
Cuando estén en la ciudad holandesa, comprarán una autocaravana para viajar por carretera por el viejo continente. Gracias a ello, Javier sumará nuevas experiencias para relatar en su útil web de perromochilero.com Para finales de año, si todo sale como planean, Javier espera volver a su ciudad natal. Será en Navidad, con un regreso que superará con creces al famoso anuncio de turrones El Almendro. Además de abrazarse fuerte con sus amigos y familiares, este malagueño espera comerse unos buenos boquerones, ya sean fritos o en vinagre.
«Mi familia y mis amigos pensaban que nos habíamos vuelto locos, pero, en realidad, no terminaron de creérselo hasta que llegamos a Phuket, nuestro destino», explica el malagueño.
Salieron de Málaga el 15 de abril de 2014, con doce mil euros que habían ahorrado durante un año. Recorrieron España de sur a norte, pasaron por las ciudades francesas de Nantes y Niza antes de atravesar Italia, Eslovenia, los Balcanes, Albania y Grecia. Todo ello en apenas dos semanas. Después llegó un periplo más pausado por el continente asiático, desde Turquía hasta Tailandia. Ahí empezó la verdadera aventura para esta expedición hispana, gala y canina.
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Era una época especialmente convulsa en la que el Estado Islámico estaba en su apogeo. Lo más difícil era atravesar países como Irán y Pakistán. En el primero de ellos, los perros no eran precisamente bienvenidos. «Vivimos muchas experiencias desagradables y otras que quedaron en anécdotas», señala Javier.
Fueron escoltados por el ejército en Pakistán y Meko llegó a dar incluso un gran susto a tres soldados en la entrada a Irán. Finalmente, los militares, que habían salido corriendo al ver al perro, terminaron congeniando con él.
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Si invirtieron tan sólo dos semanas en Europa, dedicaron nueve meses disfrutando de un intenso viaje por Asia. Además de Turquía, Irán y Pakistán, recorrieron India, Birmania, Malasia y Nepal. «Hicimos nuestra luna de miel antes de la boda», advierte con humor Javier, ya que una vez que se instalaron en la ciudad de Phuket decidieron casarse allí.
Durante todos estos años, salvo algunos viajes puntuales para ver a su familia, han vivido con intensidad la experiencia de residir en un lugar tan remoto y exótico, con costumbres y paisajes tan distintos a los de sus países de origen. Eso sí, Javier matiza que para él ha sido importante tener el mar cerca como lo tenía en Málaga.
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Allí tanto Lauranne como él han podido trabajar en lo que cada uno se manejaba mejor. Así, fruto del viaje y su estancia en la isla asiática, el malagueño, con una dilatada experiencia en marketing digital, creó Perro Mochilero (perromochilero.com), un blog pensado para ayudar a quienes les gusta viajar con canes.
Meko, que desgraciadamente falleció cuando cumplió once años, tras sufrir una enfermedad tropical, fue quien inspiró esta iniciativa que tiene miles de seguidores en distintas redes sociales.
Gracias a este blog, donde se relata minuciosamente el viaje que les llevó desde Los Guindos hasta Phuket, hoy muchos viajeros que no quieren moverse de casa sin su perro tienen toda la información necesaria para no tener contratiempos, desde alojamientos donde los perros son bienvenidos hasta los trámites burocráticos que tienen que hacer para que sus canes los puedan acompañar en distintos países.
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