Una Nochebuena menos buena. Las restricciones para ver a la familia al completo –limitado el número de miembros a diez–, el miedo a contagiarles en ... una velada que se supone de paz y amor, y las medidas de distancia y seguridad harán que todos o casi todos no la disfruten hoy como otros años. Los ediles del Ayuntamiento de Málaga están en la misma tesitura. El alcalde, portavoces y viceportavoces consultados por esta sección piden al unísono prudencia; de hecho son varios los que la acabarán celebrando con un sólo núcleo familiar, es decir con los miembros de su familia con los que vive bajo el mismo techo. Los convivientes de toda la vida. En algunos casos por pavor a transmitir el maldito virus y en otros por no dejar a otros miembros queridos fuera de la cita y cumplir con la normativa. Pero, a todos les ha quedado el mensaje claro: ventana abierta, sillas más separadas de lo habitual y nada de besos y abrazos. ¿Quién dijo que una Nochebuena anti-Covid podría ser una verdadera Nochebuena? Los munícipes lo cuentan con la naturalidad de llevar mucho tiempo pensando que les tocaría hacer este esfuerzo, que no queda otra, pero eso no implica que piensen que en esta ocasión se perderán algo.
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El alcalde Francisco de la Torre lo tiene claro y será prudente in extremis esta Nochebuena. De hecho, lo primero que recomienda a su interlocutor es usar la mascarilla entre plato y plato. Como viene diciendo en sus mensajes dominicales, «si nos relajamos suben los contagios, así que hay que mantener la disciplina, hay que esforzarse«. Ventana abierta, »no hace falta de par en par«, continúa explicando que este año sólo se reunirán en casa dos unidades familiares. El idioma burocrático de la pandemia nos ha colonizado a todos. La familia de su hijo Paco, que vive en Bruselas, con sus dos nietas, su esposa Rosa Francia su hija Lucía y él, que suelen comer juntos a diario. Lucía fue su cicerone durante la operación por lesión cerebral.
La cena siempre queda en manos de su mujer, que con la misma rectitud de su marido, no pone entremeses para que los nietos se coman los platos principales. Cómo nos recuerda a los maravillosos años ochenta. Francia guisa una sopa ilustrada con caldo de pollo y piñones, besugo a la espalda y pollitos picantones. El lugar de la celebración, la casa familiar de Benajarafe. «Cenaremos prontito y cantaremos villancicos», indica Rosa risueña, que subraya que hay que saber vivir lo que nos toca. Anda que no ha habido guerras y la gente ha salido adelante. El virus no va a poder conmigo«, puntualiza.
La portavoz popular Elisa Pérez de Siles ha esquivado tres veces en las últimas semanas el coronavirus, tres pruebas que se ha tenido que hacer por tres contactos cercanos de trabajo. «La verdad es que no gano para PCR», explica, pese a todo, entre risas. «Este año toca celebrarlo de otra forma así que sólo estaremos mis padre, mi hermana y su familia y yo, en total seis personas». En su casa son de tapear, jamón y queso, y el marisco no tiene lugar porque hay varios alérgicos; una carne al horno y merluza con una salsa de calamares, almejas y perejil que elabora su madre. Contándolo se le hace la boca agua.
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Todos no caben en esta noche. La viceportavoz socialista Begoña Medina lo tiene claro. Antes eran once a la mesa y este año serán seis. Faltarán sus dos hijos, sus parejas y una de sus tres nietas. «Este año es diferente. Lo más importante es la salud», explica Medina, quien subraya que ha visto tanta gente pasándolo mal, personas cercanas en el hospital, que considera que es un año muy triste. «A ver si el que viene, con las vacunas, hacemos una vida más normalizada». La viceportavoz socialista lo siente especialmente por los mayores, «la sociedad y la democracia les debe tanto a ellos...es tan injusto». En esta velada degustarán unas cestitas de hojaldre con gambas y bechamel, que cocina Medina, croquetas, sopa de marisco, y su marido Miguel se animará con un solomillo Wellington.
En la casa del portavoz socialista Dani Pérez esta Navidad, pese a la pandemia, han recibido el mejor regalo de sus vidas: su hija Daniela. Celebrarán la Nochebuena en la casa del portavoz, adonde irán sus padres, con los que vive su hermano, así que serán seis. Dos unidades familiares, en la jerga de la era Covid. «Fíjate nació Daniela y mis padres aún no han podido besarla. Seremos muy prudentes e intentaremos mantener abierta la ventana«. En la cena, marisco y una carne que guisa Pérez, un solomillo ibérico al Pedro Ximénez. «Mi madre se agobiaba con tanto lío, y como a mí me encanta, ahora cocino yo», subraya pidiendo lo que todos, responsabilidad para que «no llegue la tercera ola, que sería nefasta«.
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«No hay más remedio , seguro que el año que viene es mejor», como dice el portavoz de Adelante Málaga, Eduardo Zorrilla. Lo dice resignado pero convencido porque este año la celebrará con su mujer y sus dos hijos perdiendo la tradición de hacerlo con la familia de su hermana y la de su tía. «Desde que faltaron mis padres siempre estábamos juntos, pero somos 14 y no queríamos dejar a nadie fuera así que decidimos que cada uno en su casa y ya nos conectaremos por videoconferencia». Zorrilla es cocinitas y suele preparar el almuerzo en casa. Para empezar, un caldito, marisco, queso y jamón y este año probará por primera vez con cochinillo.
Su compañera de filas Paqui Macías echará de menos a alguien insustituible, y que no podrá volver las próximas fiestas. Se trata de su tío materno, Sebastián Brenes, que tenía un comercio muy conocido en el Puerto de la Torre. Paqui vivía siendo adolescente con su familia en una pedanía de Almogía, Barranco del Sol, y cuando quiso estudiar lo que antes era BUP y COU vino a Málaga a vivir con sus tíos. Crearon un vínculo fuerte. «Era muy cariñoso; un ser especial», cuenta la edil de Adelante apenada. Brenes, de 84 años, entró con una pancreatitis en el Hospital Regional de Málaga (antiguo Carlos Haya) y evolucionaba favorablemente hasta que se contagió de Covid-19. «Si no coge el virus, no se muere».
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Con esta terrible ausencia, las fiestas serán extrañas. En Nochebuena se unirán sus padres y la familia de su hermana, que viven en pisos contiguos, su hermano y ella. Ocho en total. Marisco y pescado al horno.Una noche malagueña para terminar con un solomillo con foie, que cocina su hermana. «Lo mío nunca fueron los fuegos», subraya.
La portavoz de Ciudadanos y edil de Cultura, Noelia Losada, no irá a Madrid a reunirse con los suyos. Pero no quiere perder la ilusión y ha comprado un mantel especial y más adornos navideños. No dejaremos de hacer un Zoom (vía telemática) con la familia. Las telecomunicaciones en Nochebuena serán el top ten de la velada; de casi todas. Cocina su marido Carlos: gambas, queso y jamón, solomillo al Pedro Ximénez (aquí coincide con el portavoz socialista) y coulant de chocolate.
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«El mejor regalo de Navidad es que hagamos el sacrificio de quedarnos en casa y no juntarnos», termina diciendo. Estoicismo. Este año es lo que toca.
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