David Serrano: «En ningún momento quise que al niño le pasara nada»

Ha sido al final de la vista, que se ha celebrado en la inmensa sala 4, que ha acogido numerosos macrojuicios, como fue el del 'caso Malaya'. Pero estaba vacía, solo ocupaban las bancadas el juez, el fiscal y los abogados de las partes. En el banquillo de los acusados estaba Serrano, mientras que sentados tras él, solo a unos metros, se encontraban los padres de Julen.

Ellos han escuchado atentamente las palabras de Serrano, que ha insistido en su perdón por lo ocurrido. Antes, había admitido ser el responsable de la muerte del menor en una sala completamente en silencio, solo roto por el sonido de las cámaras de los fotógrafos que inmortalizaban el momento.

Ya a la salida de la Ciudad de la Justicia, Serrano se ha parado ante los medios de comunicación para asegurar que se ha quitado un peso «muy grande» de encima, aunque ha confesado que la condena por lo ocurrido la llevará «de por vida». Asimismo, ha insistido en que las disculpas a los padres eran «sentidas, de corazón».

El dueño de la finca, que estaba acompañado por sus abogados del despacho Lawbird Legal Services, ha señalado que intentará afrontar su vida «de la mejor manera posible, pero llevando esto a la espalda». Respecto al acuerdo, ha indicado que todo se ha tratado partiendo de que «todo fue un accidente». Tras ello, ha insistido: «Yo jamás he querido que a ese niño le pasara nada, de verdad».

Antes de que Serrano abandonara los juzgados, lo han hecho los padres de Julen, que han atendido a los periodistas a su salida de la Ciudad de la Justicia. José ha sido el único que ha hablado, solo para agradecer el apoyo que han recibido a lo largo de este año: «Me paro aquí para dar las gracias a todos los medios por el apoyo y el respeto que habéis tenido con nosotros». Finalmente, ha manifestado que «nunca» podrá estar satisfecho con la sentencia.