«Esta es la verdadera fiesta de la natación en Málaga», sintetizaba al salir de las aguas portuarias el que fuera portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento y miembro activo de Aliquindoi, Eduardo Zorrilla. Su club es una forma de vida, una manera de compartir brazadas y camaradería en aguas abiertas. Ellos también tienen su día grande, pero en el litoral occidental. Pero este domingo tocaba celebrar en aguas calmadas. Celebrar la ciudad que mira al mar, el deporte y las travesías personales de cada uno. ¿Motivaciones? Tantas como participantes (medio millar en dos tandas). Entre ellos, el alcalde, Francisco de la Torre, que pocas veces falta a la cita. El año pasado sin ir más lejos fue una de esas contadas ocasiones.
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El regidor, que suele declarar que necesita sacar más tiempo para nadar, completó el kilómetro por las densas aguas del puerto en algo menos de 34 minutos, en el puesto 271. A sus 81 años, salía del agua con aspecto feliz y nada exhausto, rodeado sus hijos Lucía, Manuel y Santiago y alguno de sus nietos. Gorro naranja, bañador ceñido Calvin Klein y el dorsal 311 en el antebrazo. Le esperaba en la dársena Marqués de Guadiaro el concejal de Vivienda, Francisco Pomares, que había llegado antes y que también es un asiduo de esta gran fiesta enmarcada en el programa Deporte en Feria, aunque hace años que los calendarios se separaron. Esta vez no estaba allí para fiscalizar a ambos representantes públicos, sino para nadar, el interventor municipal, Fermín Vallecillo.
La humedad relativa en el muelle 2 llegó al 86%, espesaba el aire. Sudor a borbotones entre organizadores, asistencias, personal de apoyo y voluntarios. Las exiguas carpas romperían parqués en los mercados por lo cotizadas que estaban. Y el agua fría, en bidones con hielo, y generosos trozos de sandía que se repartían entre deportistas y organización, eran líneas de vida ante lo tropical de una mañana que se depertó neblinosa. También tuvieron su éxito (sobre apetencias en plena canícula no hay nada escrito) unos vasos de frutos secos y palmeras gigantes de una conocida repostería malagueña. Entre los participantes, personas de todas las edades y condiciones. Todos desfilaban al salir por la alfombra azul que conducía a medallas, sombreros del Área de Deporte y avituallamiento. Quien más y quien menos salía feliz, con rostro disfrutón y sensación de haberle regalado al cuerpo un poco de deporte.
Muchos curiosos todavía se apostaban tras la mamparas que separan el Palmeral de la dársena. A mediodía, prisas ya por recoger. Y algún nadador que se volvió a tirar al agua. Final feliz de una edición más. Y van 64.
Los tres primeros clasificados en categoría masculina fueron Alejandro Cañas (Canes Sport), Max McKenna (Mijas) y Gabriel Frías (Mijas). En mujeres, Noa Gómez (Sierra Norte), Ana Cortés (Torremolinos) y Jara García (Inacua).
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