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La antigua prisión provincial pasó a manos del Ayuntamiento en 2012, y desde entonces, antes el grupo municipal de Izquierda Unida y ahora Con Málaga, llevan pidiendo insistentemente visitar esta cárcel de Cruz de Humilladero, que viene siendo sede de múltiples rodajes de películas relacionadas ... con penales. La portavoz de Con Málaga, Toni Morillas, acompañada del portavoz de la Asociación de la Desbandá, Manuel Lloret, de una presa política durante su juventud, Pepita García Lupiáñez, así como de los técnicos del grupo municipal Miguel Díaz y David Arrabalí, se apostaba este miércoles a sus puertas para dar cuenta de que por fin van a visitarla y que serán guiados por el cicerone Lloret. El estudioso se echa mano al bolsillo y despliega unos papelitos con apuntes, con una letra cuidada, pequeña para aprovechar la cuartilla, como antaño, y recuerda desde las 90 personas ejecutadas a garrote vil, tres mujeres entre ellas, o los 39 condenados a muerte porque uno de ellos que iba a su fusilamiento porfirió gritos contra el dictador Franco. También otras historias de película como la fuga del 1 de mayo de 1946 de 26 presos, que desde la enfermería abrieron un túnel de 35 metros hasta la libertad, cuando antes todo era campo. A su lado, Pepita, que con 17 años pasó dos veces por este penal, una presa política que lo único que hacía era manifestarse. «Tuve unas compañeras imborrables. La cárcel me ha perseguido toda mi vida», explica con ánimo, tanto que deja claro que también la hizo más fuerte.
Morillas retoma el diálogo que tuvo con el alcalde Paco de la Torre en el pasado pleno y le pide que «sea de verdad vanguardia» y que ayude a los malagueños a que descubran qué pasó en este presidio porque «la mejor garantía de no repetición es que haya unas políticas públicas de memoria que garanticen la verdad, la justicia y la reparación. Lo que vamos a hacer el viernes es un ejercicio de verdad y de poner luz y foco a la historia de la antigua prisión provincial, por la que pasaron miles de personas que fueron represaliadas por el franquismo». También reclama que como lugar de la memoria histórica, el edificio sea protegido y se incorpore al Catálogo de Edificios Históricos del PGOU de Málaga y al Catálogo de la Junta de Patrimonio Histórico Andaluz, y que se cumpla lo que se ha aprobado en el pleno para que cuente con un centro de interpretación y documentación de la memoria histórica y democrática, así como que tenga espacios culturales y de uso vecinal, pero que «bajo ningún concepto se privatice este lugar» que simboliza tanto.
Los días internacionales están para celebrarlos. Aunque a muchos les pueda parecer que sólo son simbólicos, que lo son, también mandan un mensaje de las personas que se adhieren a la causa, y en este momento en el que se cuestionan tantos asuntos relacionados con los derechos humanos, que antes se observaban con naturalidad y con normalidad, es importante hacer bandera por las causas justas. Precisamente, este miércoles, el alcalde de Málaga, Paco de la Torre, se ponía simbólicamente la camiseta rosa con el siguiente mensaje: «Hoy, miércoles 10 de abril, me sumo al Día Internacional de la Camiseta Rosa mostrando mi apoyo a la comunidad LGTBI y a su lucha contra la discriminación y el bullying. #StopBullyingLGTBI» al tiempo que mencionaba a la Federación Andalucía LGTB, que precisamente animaba a todos a participar en el día de la camiseta rosa y a enviar un mensaje de apoyo contra el acoso al colectivo LGTBI.
La efeméride tiene su razón de ser porque en 2007 un estudiante llegó a su escuela (Central Kings Rural High School), en Nueva Escocia, Canadá, con una camiseta rosa y fue acosado e insultado por sus compañeros. Otros chicos vieron lo sucedido y promovieron que el alumnado llevara una camiseta rosa al día siguiente a la escuela. Esta ola de solidaridad, que trató que acercarse al sufrimiento del niño acosado, y que plantaba cara a los acosadores, resultó muy inspiradora, de tal forma que el Canadian Centre for Gender and Sexual Diversity instauró el día de la camiseta rosa.
En España, la Federación Andalucía LGTB ha impulsado esta iniciativa como una forma de combatir y posicionarse de forma visible contra el acoso escolar y la LGTBIfobia que sufren menores a diario en sus colegios e institutos.
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