Mientras que las grandes empresas y, sobre todo, de corte tecnológico siguen apostando por el teletrabajo o un modelo mixto a la vista de sus ... buenos resultados y «hasta que la situación sanitaria esté más controlada», otras, bien por su tamaño o por su perfil profesional han llamado a filas a toda la plantilla. Toca recobrar la normalidad.
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Teletrabajo total: Freepik
Freepik arranca el curso como lo terminó, teletrabajando. En la decisión de esta tecnológica malagueña, que ha transformado el mercado de los contenidos visuales y del diseño gráfico, ha pesado la actual situación sanitaria. «Queremos que la vuelta sea lo más segura posible», afirma Alejandro Blanes, cofundador de Freepik Company y coCEO de Freepik Company. Esto, unido a que su productividad no se ha resentido y que una mayoría de los trabajadores ha mejorado en conciliación laboral, personal y familiar han resultado claves a la hora de determinar cómo sería la vuelta a la oficina.
Mantendrá este modelo de solo teletrabajo, que inició en marzo de 2020, hasta finales de año. La idea es implantar en enero de 2022 un modelo híbrido (presencial dos días a la semana, pero solo para las personas que estén trabajando en la provincia). Y es que de esta experiencia han aprendido que el teletrabajo es viable, han perdido los prejuicios y los miedos, «pero hemos comprendido que ante el ideal de trabajar desde casa, los empleados necesitan seguir quedando en la oficina para no perder las sinergias», aclara Blanes. Admite que entre una plantilla de más de 300 personas siempre hay preferencias, pero reconoce la buena predisposición que siempre han tenido. Freepik regularizó esta situación de teletrabajo con un anexo de contrato individual y, en junio de 2020, dio un cheque regalo a todos los empleados en activo de 100 euros para gastar en Ikea para adaptar la casa.
Modelo híbrido: Opplus y Multisafepay
El 13 de septiembre Opplus, la filial que da soporte a BBVA para mejorar su operativa, iniciará la vuelta a la oficina con un modelo híbrido, de forma que sus cerca de 2.000 trabajadores iniciarán el tránsito a la normalidad precovid. Tres semanas al mes, los compañeros se verán frente a frente y una cuarta podrán operar en remoto. Así lo ha establecido la empresa por dos razones fundamentalmente: la primera de ellas, para respetar las limitaciones de aforo que establece el protocolo covid en la actual situación sanitaria y, la segunda, para «sacar provecho» a todo lo aprendido en materia de conciliación familiar. Consideran que esa flexibilidad puede seguir siendo un factor positivo, «aunque con el tiempo iremos viendo si continuamos con este esquema laboral o se cambia». Lucía Landete, manager de Comunicación Corporativa, recalca cuánto han aprendido de la experiencia, pero también que los tiempos se reducen cuando el compañero está en la mesa de al lado. «La banca está inmersa en un cambio de negocio y hemos tenido que adaptarnos. En ese proceso, la interacción personal facilita la resolución de problemas», precisa.
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Sin embargo, el comité de empresa cree que este modelo híbrido, que va a afectar al 80 por ciento de la plantilla (el 20% restante permanecerá en teletrabajo), «no es viable». «Nuestro centro de trabajo carece de ventanas y ventilación natural y, por tanto, creemos que no se respetan las condiciones mínimas sanitarias que exige el momento actual», expone su presidente Melquiades Ramírez. «No nos oponemos a esta fórmula mixta, pero cuando pase la pandemia y no haya riesgos». Asimismo, acusa a Opplus de buscar todos los resquicios legales para evitar acogerse a la ley de teletrabajo, «bien procurando que las jornadas de teletrabajo sean inferiores al 30 por ciento o acogiéndose a la disposición adicional tercera, por la que la ley no se aplicará cuando las empresas hayan implantado el teletrabajo como medida de contención sanitaria derivada del Covid-19».
Por su parte, la empresa Multisafepay afronta el nuevo curso de forma mixta, aunque en este caso con prevalencia del teletrabajo. «La experiencia ha sido tan buena, con un crecimiento del 30% en plena pandemia, que hemos decidido mantenerlo en este arranque de curso. La jornada semanal será de cuatro días de teletrabajo y uno presencial», detalla Manuel Montes, director de cumplimiento de métodos de pago. Esta empresa tecnológica de origen holandés, que ofrece a sus más de 10.000 clientes en Europa soporte técnico en los métodos de pago usados en el comercio electrónico, cuenta actualmente con 80 trabajadores en su única sede española, ubicada en Estepona. «Antes de la irrupción del Covid-19, nuestra forma de trabajo siempre fue presencial, pero con la pandemia el modelo se invirtió y hemos logrado crecer, por eso, a la vista de estos resultados creemos que es bueno seguir así. La plantilla está contenta, les permite conciliar y en ningún momento ha bajado su rendimiento ni la productividad de la empresa. Quien no cumple en casa, tampoco lo hace en la oficina, aunque esté calentando la silla todo el día», sentencia.
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Presencialidad total: Bufete GVA Gómez-Villares & Atencia
Antes de la irrupción del Covid-19, el teletrabajo quedaba muy lejano para el sector de la abogacía. Pero lo que antes era un modelo impensable, ahora se ve con buenos ojos. Pese a todo, el despacho de abogados GVA Gómez-Villares & Atencia arrancará este nuevo curso con toda su plantilla (70 personas) incorporada a la oficina. Seguirán la senda de vuelta a la normalidad que emprendieron hace un año y con las mismas garantías sanitarias que impone el protocolo Covid. «Los despachos de abogados siempre hemos sido muy presencialistas, porque así lo requiere nuestro trabajo, ya sea cuando nos reunimos con clientes, cuando tenemos que acudir a los juzgados o cuando hay que abordar algún caso en equipo», aclara su gerente Joaquín Pérez-Muñoz. Asegura que el teletrabajo puede resultar muy productivo cuando se aborda un proyecto individualmente, porque «no hay distracciones», pero el entorno no es el más adecuado y hay clientes que prefieren el cara a cara», explica.
Pese a que el ensayo general de vuelta a la oficina fue en septiembre de 2020, una vez rescatada toda la plantilla del ERTE, «la sensación este año es distinta; es la de haber logrado descansar durante las vacaciones». Aunque los recursos tecnológicos han contribuido a mantener la actividad profesional durante esta pandemia, las relaciones personales tuvieron que pasar a un segundo plano. En este sentido, Pérez-Muñoz recalca que la presencialidad favorece la socialización entre una plantilla, «que siempre se ha mostrado muy implicada». Aun así, no descartan en un futuro adoptar una fórmula de teletrabajo, «como forma de seguir incentivando a la plantilla con una mayor flexibilidad laboral».
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