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El lujo inmobiliario sigue extendiéndose por la fachada litoral este de Málaga, como si se tratara de una reedición del fenómeno protagonizado por la alta burguesía que tomó posiciones en esta zona de la capital, con exclusivas villas de recreo y hoteles, a finales del ... siglo XIX y principios del XX. A los proyectos desarrollados por promotoras como Adendia o Urbea, que han adquirido varios edificios para reformarlos y habilitar en su interior pisos que llegan a rondar los dos millones de euros, se suma una nueva actuación desarrollada en este caso por un inversor extranjero.
Se trata de la obra que ya se acomete en el edificio del número 13 del paseo de Sancha, una antigua casona construida a principios del siglo XX, que forma parte del Catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz desde 2013, y que está siendo transformada para albergar un total de 15 apartamentos residenciales, según la dirección de los arquitectos Antonio Luis García-Fresneda y Juan Manuel Zamora, con la colaboración del arquitecto técnico Pablo Pastor.
La promotora Luxy Sancha Apartments está detrás de este proyecto para el que ya han empezado a recabarse interesados en unas viviendas cuyos precios suponen un paso más en la escalada del 'lujo inmobiliario' que se está instalando en este enclave de Málaga. Así, llama la atención que, de los 15 apartamentos que se ofrecen, cinco sean minipisos de poco más de 30 metros cuadrados cuyos precios rondan inicialmente los 450.000 euros. En concreto, según fuentes cercanas a la promotora, estas viviendas tipo 'loft', que superan en muy poco los 30,5 metros cuadrados útiles que la normativa del Plan General de Ordenación Urbanística exige para considerar un piso como tal, oscilan entre 419.100 y 451.000 euros (para 30,8 metros cuadrados útiles).
El resto de las viviendas se ofertan con unos precios estimados iniciales que van desde los 627.000 euros para una vivienda de un dormitorio y 42,87 metros cuadrados útiles, hasta 1.309.000 euros para un piso de 74,74 metros cuadrados útiles. La mayoría son de un dormitorio, ya que únicamente dos están diseñados para dos habitaciones con cama (uno cuesta 1.092.300 euros y otro 993.300 euros). Ninguno supera los 75 metros cuadrados útiles.
De este modo se pone en el mercado una nueva promoción que 'vende' exclusividad y primeras calidades en un enclave marcado desde su origen por el nivel económico de sus moradores. El edificio fue uno de los que se levantó en el paseo de Sancha al calor de quien impulsó la urbanización de estos suelos y les dio nombre. Se trata del ingeniero madrileño José María de Sancha, que trabajó en Málaga entre 1867 y 1887. En 1879 creó la sociedad José María de Sancha y Compañía, que compró a Francisco Mitjana la hacienda El Platero, un amplio terreno entre la avenida de Príes y el antiguo Camino Nuevo.
Esta sociedad fue la que urbanizó esta parte de la ciudad, que fue ocupada por casas con jardines construidas por la burguesía de la época, para lo que contaron con arquitectos de primer nivel como Joaquín de Rucoba, Gerónimo Cuervo, Julio O'Brien, José María de Sancha y Fernando Guerrero Strachan.
En el caso de este inmueble, el maestro de obras Antonio Ruiz Fernández hizo en 1899 los planos para una vivienda promovida por Miguel Gómez Cano que obtuvo la licencia de obras al año siguiente, en 1900. En los cuerpos laterales de la fachada principal, Ruiz añadió dos miradores corridos en altura al estilo de los denominados 'bay window' que marcaron muchos edificios inspirados en la arquitectura inglesa.
Esta casona ha tenido diversos usos a lo largo de sus 124 años de historia. Llegó a ser hotel, cuartel de la Guardia Civil, y entre 1962 y 1969 albergó el colegio León XIII. Posteriormente, acogió la Escuela Superior de Turismo Costa del Sol, que en 2017 se trasladó a su actual sede, en el número 125 de avenida de Juan Sebatián Elcano, en Pedregalejo.
Ahora el edificio afronta una completa transformación para recuperar su primitivo uso residencial, por parte de la constructora Tecnicons. El proyecto busca poner en valor los elementos nobles del conjunto, manteniendo el espacio del vestíbulo y la escalera original, que conecta las tres plantas (baja más dos). La fachada ha sido picada para aplicarle un nuevo mortero de cal similar al original, que será pintado con los tonos rescatados en unas catas: crema claro para los paramentos y ocre en los salientes. Además, se recuperará un zócalo de ladrillo visto.
La actuación conserva y restaura la estructura de madera, y realiza una carpintería exterior imitando la que existía pero con doble acristalamiento térmico. Además, rescata las tejas originales vidriadas en negro, así como los vuelos de madera de la cubierta. En el exterior de la casona se habilitarán zonas ajardinadas, y en la zona posterior se realizará una piscina con una plataforma superior para tomar el sol.
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