El metro pone a prueba los sistemas contraincendios en el tramo del Centro de Málaga

Para estas labores se va a utilizar un tipo de material que no es tóxico, «para certificar el buen funcionamiento de los sistemas de ventilación de emergencia». Para realizar correctamente estas pruebas es necesaria la utilización de humos visibles, que se evacuarán por las rejillas de ventilación hasta la superficie. Al activarse los ventiladores de emergencia, además de este efecto se escuchará un ruido fuerte y se generarán corrientes de aire en el entorno de los puntos de evacuación.

Los responsables del suburbano han programado dos supuestos, que tendrán horarios y afecciones al exterior diferentes. El primero tendrá lugar el jueves, 24 de noviembre, entre las 18.00 y las 20.00; y el viernes, entre las 10.00 y las 12.00. El ventilador evacuará los gases del incendio simulado principalmente a través de la gran rejilla situada en la calzada de la plaza Albert Camus con Callejones del Perchel.

El segundo supuesto, ya el sábado, se efectuará durante la madrugada, concretamente entre las 2.30 y las 6.30 horas. Ante la posibilidad de que los vecinos se alerten, la empresa está repartiendo un folleto explicativo en los edificios cercanos. En este caso, los efectos se dejarán notar en superficie, sobre todo, en dos puntos: la rejilla situada en Callejones del Perchel con la calle Eslava; y la plaza de la Solidaridad.

Se trata de uno de los últimos test necesarios antes de la apertura comercial de las estaciones del Centro: Guadalmedina, en la avenida de Andalucía; y Atarazanas, en la Alameda Principal, dentro de la fase de remate de la obra y los sistemas de seguridad de la infraestructura. Antes de poder abrir a los pasajeros, para lo que aún no hay una fecha, también faltan por culminar las pruebas de la fase de despliegue de la señalización ferroviaria y las telecomunicaciones (que lleva a cabo Alstom).

Por último, se producirá la llamada «marcha en blanco», que es un periodo de circulación de los trenes vacíos, sin viajeros, pero con las mismas frecuencias y servicios que cuando los malagueños lo llenen.