El metro se estrenará en el Centro abierto las 24 horas los días fuertes de Semana Santa

Del Miércoles al Jueves Santo, considerados los días más fuertes en cuanto a afluencia de público a las procesiones, los trenes circularán las 24 horas, según el plan de explotación que contemplan la concesionaria y la Consejería de Fomento de la Junta, y que ha podido conocer este periódico de fuentes técnicas. El Viernes Santo está previsto cerrar a las 2.30 de la madrugada, y esta será la hora de finalización también el Domingo de Ramos, Lunes y Martes Santo, en consonancia con lo ocurrido en ejercicios anteriores.

Además, en cuanto al refuerzo de las frecuencias, este coincidirá con el horario de paso de la mayoría de las procesiones. De esta forma, durante toda la tarde y hasta la medianoche parará un tren cada seis minutos, que es el tiempo de paso mínimo que se maneja actualmente en la explotación del suburbano malagueño.

Como novedad, estos días se circulará con toda la flota disponible, que son 14 unidades Urbos 3. En cada tren, en composición sencilla (aún no se prevé hacerla en doble) pueden viajar un máximo de 220 pasajeros.

El uso que tendrá la estación Atarazanas ha generado polémica en los últimos días por la aplicación de restricciones, ya que la zona donde se ubica, en el lateral norte de la Alameda Principal, quedará enclaustrada por las procesiones durante las tardes. En una reunión el lunes entre la Policía Local de Málaga, la Agrupación de Cofradías de la Semana Santa, la concesionaria Metro de Málaga y la Agencia de Obra Pública de la Junta, se acordó que la operativa en este periodo será la siguiente:

Desde las 17.30 hasta las 23.30, del Domingo de Ramos al Viernes Santo, esto es, durante las horas de paso de las procesiones por esa parte del recorrido oficial, la estación Atarazanas solo servirá para recoger a pasajeros que quieran salir hacia sus barrios, pero no para la llegada de visitantes al Centro, con el objetivo de evitar la saturación en la calle.

Por tanto, los que viajen en la línea 1 (que, en otros momentos, podrían llegar directos a Atarazanas) tendrán que bajarse obligatoriamente en la estación anterior (Guadalmedina, frente a El Corte Inglés, a 500 metros de la otra), para no saturar de personas el entorno de la boca de la Alameda.

A su vez, los que procedan de Carretera de Cádiz (línea 2) no podrán hacer transbordo con la línea 1 para seguir hasta la Alameda (y también se tendrán que quedar en Guadalmedina). La concesionaria y la Policía Local reforzarán la vigilancia y el control de la estación Atarazanas.

Por tanto, estas restricciones temporales no afectarán a quienes quieran acceder en metro antes de las 17.30, por ejemplo, para comer en el Centro y seguir viendo procesiones. Y en ningún caso para el regreso por la noche, que es una opción que estará siempre disponible.

Tampoco se puede olvidar el hecho de que entre ambas paradas distan apenas 500 metros (siete minutos a pie, según Google Maps); por lo que, en función del punto en el entorno al que se desee llegar, será más conveniente utilizar la de Guadalmedina o la de Atarazanas.

Al margen de lo previsto para la Semana de Pasión, el plan de explotación del metro tras la apertura de las dos nuevas paradas supondrá importantes cambios para los usuarios.

Durante los nueve años que han trascurrido desde la inauguración parcial de las líneas 1 y 2 conectadas por El Perchel (el 30 de julio de 2014) hasta ahora, ambas han funcionado prácticamente como si fueran una sola, de forma semicircular, con salidas y llegadas desde Martín Carpena y la ampliación del campus de la UMA, unidas en Vialia. Por tanto, sin necesidad de hacer trasbordos.

La primera modificación en los esquemas es que, con carácter general, los viajeros de la línea 1 (procedentes de Teatinos y Cruz del Humilladero) llegarán hasta Atarazanas sin necesidad de cambiar de tren. En cambio, los viajeros de la línea 2 (Martín Carpena y Carretera de Cádiz) tendrán que hacer correspondencia en la estación Guadalmedina (junto a El Corte Inglés) para llegar hasta esa última parada.

También es cierto que cuando se ponga en servicio la prolongación hasta Eugenio Gross (en 2027) los usuarios procedentes de Carretera de Cádiz podrán ir directamente a los hospitales (al nuevo regional proyectado, al Civil y al Materno) sin necesidad de cambiar de tren.

Para facilitar los trasbordos se hizo la llamada «solución Bustinduy» o «Solución C Plus», por la cual los intercambios entre líneas se producen en el mismo andén (tanto en El Perchel como en Guadalmedina), con los trenes parados uno frente al otro, sin tener que subir o bajar de nivel. Por tanto, para combinar ambas líneas, el usuario sólo tiene que apearse del tren y esperar en el lado opuesto del mismo andén al siguiente, que además tendrán los horarios coordinados. Ello supondrá una mínima incidencia en el tiempo de viaje.

El segundo cambio importante se producirá en el intercambiador de El Perchel. Los usuarios de la línea 1 (por ejemplo, procedentes de Teatinos) efectuarán correspondencia hacia la línea 2 (al Martín Carpena) en este punto. De nuevo, el cambio de convoy se hará dentro del mismo andén. Y viceversa: los viajeros de la línea 2 (Carretera de Cádiz) harán trasbordo en El Perchel para seguir hacia la 1 (Teatinos y la Universidad).

Hasta ahora se podía viajar de un extremo al otro (por ejemplo, desde el Martín Carpena hasta el campus universitario) sin salir del primer tren que se cogía. Cuando llegue al Casco Histórico, si no se hace trasbordo, después de El Perchel la siguiente estación será Guadalmedina, en ambas líneas.