Más de medio centenar de profesionales del Materno trabajan en una intervención pionera de un bebé dentro del útero

Como el Materno Infantil es centro de referencia en la provincia para embarazos de alto riesgo y partos complejos, desde la unidad de medicina fetal se hizo una valoración y seguimiento del embarazo. Una vez hubo alcanzado una edad de gestación suficiente para la madurez del feto, los profesionales abordaron una cesárea programada en quirófano con la planificación in situ de asistencia al recién nacido.

Ante la sospecha de que el feto tuviese una obstrucción de la vía aérea, según los resultados de las ecografías de alta resolución, el servicio de ginecología y obstetricia planteó al resto de servicios un abordaje transversal dada la incertidumbre del estado del bebé una vez naciese. Para ello, durante quince días, profesionales de las áreas de neonatología, anestesia obstétrica y pediátrica, UCI pediátrica, otorrinolaringología pediátrica, neumología pediátrica, cirugía cardiovascular, radiología, cirugía pediátrica, enfermería y la unidad de formación, bajo la coordinación del servicio de ginecología y obstetricia (coordinado de forma técnica por Isidoro Narbona) trabajaron de forma conjunta para planificar el nacimiento con la previsión de hasta cuatro escenarios diferentes.

Todos los equipos planificaron su hoja de ruta, que formaba parte a su vez de un gran cronograma teórico (organizado en sesiones conjuntas) y práctico llevado a cabo de forma coordinada en días previos (en quirófano con el simulador obstétrico Victoria) para que cualquiera de los escenarios que podían plantearse no quedara en manos de la improvisación.

Finalmente y, a pesar de la planificación y coordinación de los equipos, no fue necesario que estos interviniesen, aunque todos ellos estaban preparados y equipados en quirófano y en la antesala de quirófano. El niño nació tal y como estaba previsto mediante cesárea y los neonatólogos realizaron una ecografía de corazón con el bebé aún sobre su madre y conectado a ella por el cordón umbilical. Tras comprobar que el ritmo cardiaco era el correcto, los neonatólogos Reyes Roldán y José David Martínez procedieron a la intubación.

«Los neonatólogos atendemos a los recién nacidos al nacer. En este caso, en el que había una malformación de la vía aérea, el procedimiento realizado nos permitió asegurar la vía aérea intubando con la tranquilidad de que al bebé le llegaba la sangre oxigenada a través de la circulación placentaria. Además, estaba preparado un equipo completo de personas entrenadas en la reanimación neonatal por si había dificultades en el procedimiento», ha explicado Reyes Roldán, quien logró intubar al recién nacido. Una vez realizado el procedimiento, se separó al niño de la madre con el clampaje del cordón y se siguieron los pasos habituales en la cesárea sin que se produjeran incidencias.

Cinco días después, y tras las pruebas pertinentes hechas al bebé por neonatología, unidad donde estuvo ingresado para su seguimiento, y por neumopediatría (se le realizó una fibrobroncoscopia una vez extubado para confirmar que no existía tal obstrucción), el niño recibió el alta hospitalaria junto a su madre, quien conocía todos los posibles escenarios. «Semanas anteriores había estado en negación, no quería tocar la ropa de mi bebé ni preparar la maleta del hospital. Algo que las futuras mamás hacen con tanta ilusión, a mí me aterraba», ha manifestado la madre.

«Dos semanas antes mi ginecólogo, el doctor Narbona, me dijo que iban a desplegar todos los medios disponibles para asegurarse que mi bebé y yo ese día saliéramos del quirófano con vida. Jamás me había imaginado que cuando me hablaron de desplegar medios, tantos profesionales se iban a volcar en mi caso. El cariño y el calor humano que me han transmitido desde la primera cita ha sido crucial en muchos momentos, jamás habrá palabras suficientes para agradecer a todo el equipo médico y enfermeras y especialistas que han hecho posible que mi hijo y yo estemos juntos», ha destacado la madre.

Para el jefe del servicio de ginecología y obstetricia del Hospital Regional Universitario de Málaga, Jesús Jiménez, el procedimiento 'exit' ha supuesto un reto como profesionales dedicados al cuidado de la madre y su recién nacido. «Este caso, que nos hacía sospechar de una malformación que ponía en riesgo al bebe, ha sido una oportunidad de ser capaces de poner en orden y de acuerdo de forma secuencial y programada a un grupo excepcional de profesionales de los todos los niveles de nuestro hospital», ha dicho el doctor Jiménez. Y ha añadido: «Ha sido una inmensa alegría haber conseguido que nuestro trabajo de días en la programación del evento 'exit' haya conseguido un bebé en perfecto estado y una madre feliz».