El alcalde de Málaga planea poner medidores de ruido para luchar contra las despedidas de solteros

Han vuelto. Los disfraces de conejitos de playboy, los miembros viriles gigantes o las camisetas grupales con lemas de dudoso gusto. El buen tiempo y la caída de las restricciones para frenar el coronavirus han devuelto a Málaga la despedida de solteros. Ese fenómeno sociológico que acompaña al hombre o a la mujer en sus últimos momentos antes de tomar los votos. El alcohol es un elemento básico en cualquier despedida de soltero y con él también llega la algarabía y el ruido desenfrenado. Hosteleros y vecinos del Centro se han quejado recientemente de las molestias que ocasionan las despedidas. A los primeros los aleja del objetivo de presentar a Málaga como un destino turístico de calidad y a los segundos los aleja del sueño. El alcalde de la capital, Francisco de la Torre, ha anunciado este lunes que el Ayuntamiento quiere medidas para evitar que «Málaga se convierta en una ciudad descontrolada». Para ello, el regidor ha señalado que se está estudiando instalar medidores de ruido en algunas viviendas turísticas, el hospedaje predilecto de estos visitantes, para tomar actuaciones si correspondiera.

En una atención a los medios, después de participar en el acto para conmemorar el día de Europa, De la Torre ha advertido que «cualquiera que venga a la ciudad tiene que cumplir con las normas de convivencia» y que «el Ayuntamiento actuará con firmeza».

Aunque el regidor ha admitido que en las últimas semanas se ha producido un incremento en el número de quejas, también ha señalado que en el entorno del centro no son más de cinco llamadas diarias las que se producen por este motivo. Sobre cómo se procederá a la instalación de los medidores de ruido y en atención a qué criterio, De la Torre aún no ha ofrecido detalles.

Los hosteleros siempre han visto en este tipo de turismo más males que beneficios. Antes de la pandemia, la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos) ya había denunciado comportamientos «indecorosos» y aseguró que «esta no es la imagen que queremos dar y por eso muchos restaurantes se niegan a atender a despedidas de solteros». Ahora, con la vuelta de la normalidad, también ha vuelto la polémica de las despedidas de solteros a la capital.