Los vecinos de Martiricos llevan tiempo – quizá demasiado – expresando su malestar por el deterioro de la zona, especialmente en el parque, donde la suciedad y la falta de mantenimiento se han convertido en problemas. Aguas estancadas, basura acumulada y la presencia de excrementos caninos reflejan un paisaje descuidado que preocupa a quienes frecuentan el área.
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Uno de los principales problemas es el estado del parque, un espacio que debería ser un punto de encuentro y disfrute para los vecinos, pero que en ocasiones se encuentra en condiciones deplorables. «Hay días en los que la suciedad se adueña del parque. Bolsas de basura, plásticos y latas aparecen esparcidas por el césped y los senderos», comenta un residente. A esto se suma la presencia de aguas estancadas en algunas zonas, lo que genera malos olores y favorece la proliferación de insectos.
Otro aspecto que agrava la situación es el incivismo de algunos propietarios de perros, que no recogen los excrementos de sus mascotas.
A esto se le suma que aparcar en los alrededores de Martiricos se ha convertido en una tarea casi imposible. La construcción de nuevas promociones de viviendas y la eliminación de la explanada donde ahora se levantan las torres ha reducido las plazas disponibles, dejando a los vecinos sin alternancia. «Antes podíamos dejar el coche en la explanada, pero ahora no hay manera», lamenta un lector habitual, que también es vecino.
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