SUR celebra el 'XI Maratón Fotográfico Fernando González' con un centenar de participantes

Con un poco impaciencia, Aurora espera a sus amigos fotógrafos, los que ha conocido a través de un grupo de WhatsApp de aficionados o profesionales a esta disciplina. Mientras tanto, despeja sus dudas: «Hay que ir al Museo Picasso, ¿no?», pregunta inquieta. Sí, también al Muelle Uno, al Paseo Marítimo Antonio Banderas, El Hospital El Ángel, al Martín Carpena o a las inmediaciones de la pasarela del Guadalhorce con el fin de un completar un recorrido de diez pruebas para las que se ofrece total libertad. El único requisito es que esas imágenes se tienen que tomar en la misma jornada, después, cada uno se puede organizar como quiera.

Para esta undécima edición, muy marcada por la época Covid y con cierres de municipios, Diario SUR quiso que todas las pruebas fuesen al aire libre para evitar contagios y transmitir toda la tranquilidad a los participantes. El único lugar al que han de acceder es al Metro de Málaga, uno de los patrocinadores del evento que les proporciona los 'tickets' necesarios para desplazarse durante el sábado.

En el punto de referencia, pronto comienzan a llegar los compañeros de Aurora, todos ellos muy dispares en edad e incluso en idioma. Sofía Parnes, por ejemplo, es residente en Málaga desde 2015, pero su marcado acento británico despeja las dudas de su procedencia: Londres. «Estoy en otro mundo cuando hago fotos y me ayuda a exponer lo que pienso», explica en inglés bajo la atenta mirada de sus amigos. De Holanda, Mina Reckman de 39 años sacará en esta ocasión las fotos con su móvil, demostrando en este concurso que la fotografía no entiende de soportes ni materiales, sólo de pasión y creatividad. Prashant Rana, un chico hindú de 35 años, reconoce que las rutas que hacen cada sábado con este grupo, @malaga_photography_club en Instagram, le ayudan a conocer más la ciudad donde ahora reside mientras realiza su doctorado y, además, explayar su gusto por los disparos irrepetibles. Enrique Castellanos llega el último a la reunión con algo de dudas si se podrá llevar el primer premio que otorga este Maratón: una bici eléctrica gracias a la colaboración de Navarro Hermanos. Y eso no es todo, porque el segundo reconocimiento es una bici plegable y el tercero otra de paseo, una motivación más para ir pedaleando a por esas diez fotos que tendrán que hacerse antes del toque de queda... La emoción aumenta por momentos, ¿cierto?

Con su 'planning' escrito a boli en una servilleta de bar, Toñi Romero y Juan Ordoñez recuerdan con melancolía ediciones anteriores en las que todos los participantes se unían para hacerse una foto juntos: «Necesitamos algo distinto y esto lo es. Éste es el quinto año que participamos y estábamos deseando salir a la calle y pasar estas pruebas», cuentan sosteniendo su chuleta que han elaborado durante el desayuno. En la puerta de la estación, frente al Vialia, la familia de Juan Diego Delgado espera reponiendo fuerzas con un bocadillo para disponerse a hacer todas esas fotos requeridas: su hermano, sobrina, mujer, hijas... La pandilla al completo dispuesta a pasar una jornada juntos que ya toman como tradición, una oportunidad que, reconocen, tener en pocas ocasiones: «Esto nos sirve para reunirnos los hermanos, enseñar a mis hijas mi afición por la fotografía y echar el día todos en familia«, relata Delgado con emoción en la meta.

Alejandro Cañestro, con una cuenta atrás un poco más acuciante que los demás al tener que acudir al trabajo tras el Maratón, porta en la mano su trípode y la mochila con su cámara y objetivos a la espalda: «Me enteré por mi padre y lo voy a hacer 'express'... Estoy organizándome a ver qué trayecto hago», apunta mientras va desenfundando su mejor arma.

Este evento, que tiene como patrocinador al Museo Picasso, el Hospital El Ángel y el Metro de Málaga, se ha preparado con mucho cariño y esmero, reduciendo algunas actividades frecuentes en años anteriores con el fin de evitar aglomeraciones, como las quedadas a la hora del almuerzo o las reuniones para la acreditación. A pesar de ello, se ha mantenido el espíritu y su intención: una jornada para disfrutar, pasarlo bien y conocer Málaga. Por esto último en concreto se animó a participar Lidia Pinta, estudiante de fotografía en San Telmo: «Soy de Málaga, pero me pierdo mucho por las calles y esto me sirve para orientarme y ver mi ciudad», reconocía entre risas. Con ella, su compañera Saray Morón ve aquí una oportunidad perfecta para ganar «algún premio de fotografía» y seguir creciendo en un mundillo al que espera entrar con un gran objetivo: explayar su creatividad. «Al ser un recorrido e ir con una amiga voy con más seguridad. Veo que las pruebas son en exterior y eso es genial porque para ser creativos hay que estar tranquilos«, destacaba Pinta de 18 años.

En poses divertidas y una escena articulada, se disponen los amigos de la escuela de fotografía Apertura, que acudían por primera vez «a ver qué pasa». Sara Calle, Jessica León, Elena Lucena, Amparo García y Luis Ojeda ya tenían su cámara en mano a primerísima hora de la mañana, aunque aún tenían el recorrido algo confuso: «Vamos a ir en coche», comentaba una de las chicas. «O en metro, porque tenemos tickets, ¡eh!», le rebatía Luis Ojeda jocosamente. Lo que tenían claro es que iban a pasar «el día juntos» y lo harían divirtiéndose y aprovechando la experiencia para poner en práctica sus conocimientos.

Tras una mañana y tarde exhaustivas, los participantes tendrán que subir esas 10 fotos a una plataforma para que el jurado experto decida las tres ganadoras. El falló no será tan instantáneo como las imágenes, pero estaremos muy atentos a él y con muchas expectativas: ¿Conseguirá Alejandro Cañestro hacer las 10 fotos antes de ir a trabajar?