Una barredora de Limasam rompe el tablero de madera del nuevo puente del CAC en Málaga

La actuación de Bomberos ha permitido que el puente pueda seguir siendo usado por los peatones hasta que el tablero de madera del puente pueda ser reconstruido de forma definitiva. Según ha podido conocer SUR, esta plataforma, que fue contratada por la Gerencia Municipal de Urbanismo con la unión temporal de las empresas Construcciones Garrucho y Tevaseñal, fue sometida a pruebas de resistencia antes de su inauguración en la víspera de las elecciones municipales del pasado 28 de mayo.

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En concreto, se pusieron sobre ella más de una decena piscinas portátiles que se llenaron de agua para comprobar que era capaz de resistir el peso que se exigía en el pliego de condiciones del proyecto elaborado por el Ayuntamiento. Según fuentes consultadas, aunque el uso del puente es peatonal, está capacitado para resistir el paso ocasional de algún vehículo de manera extraordinaria. Sin embargo, no ha soportado el peso de una de las máquinas de Limasam cuyo operario, por motivos que se desconocen, optó por transitar por este puente para atravesar el río, en vez de dar un rodeo por el cercano puente de la Misericordia o del Carmen. No obstante, apenas si pudo recorrerlo porque el vehículo se hundió de inmediato en el extremo del tablero más próximo a la calle Salitre.

Cuando llegaron los efectivos de Bomberos, Limasam ya había conseguido retirar la barredora de la zona del tablero que fracturó. Inicialmente se colocaron unas chapas metálicas no demasiado gruesas para cubrir los dos agujeros provocados en el pavimento de madera, pero luego se optó por instalar una chapa de mayor tamaño y grosor, para lo que fue necesario contar con la ayuda de una grúa.

Responsables de la Gerencia Municipal de Urbanismo ya se han puesto en contacto con las empresas constructoras del puente para que les faciliten el contacto del proveedor de las maderas que se colocaron para conformar su pavimento. Según las fuentes, aunque la obra del nuevo puente del CAC está aún en garantía, la reparación de este desperfecto no tiene por qué correr a cargo de las empresas que lo hicieron, ya que no se trata de un defecto de la obra, si no de un posible uso inapropiado de la plataforma, que está diseñada para ser utilizada por peatones y no por vehículos de cierto peso.