Ocho malagueños analizan los daños de las edificaciones en Valencia

Su misión, valorar los daños de las edificaciones dañadas por la riada: «Hemos visto todos los inmuebles de Alfafar y hemos realizado las demoliciones y consolidaciones necesarias en todos los que tenían riesgo de colapso», explica Gonzalo Martín, aunque destaca que al final lo que más les ha llenado es el hecho de «poder dar tranquilidad a la gente». Ellos han tratado de cerca con las familias de la localidad valenciana y han comprobado la desesperación por ver cuándo podrán ver sus hogares reconstruidos: «Es imposible estimar una fecha porque hay casos muy diferentes, tardarán meses en recuperar la actividad normal. En una de las casas tuvimos que derribar un muro que estaba a punto de caerse y al final el dueño nos dio las gracias emocionado. Lo que nos llevamos es ver la sonrisa de la gente cuando le echas un cable», confiesa el arquitecto malagueño.

Las dos noches, el equipo de voluntarios durmió en uno de los centros escolares de Alfafar «con colchones en el suelo» y junto a más de un centenar de personas, también voluntarios y equipos de Bomberos y Policía. «Hemos podido sentir cómo la gente hace piña allí y van todos a una. Lo más reseñable, sin duda, es la unidad que hay allí a pesar de la política y toda la polémica», analiza Gonzalo Martín.

El equipo destinado a Alfafar ha contado con cuatro miembros del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga: Gonzalo Martín, Antonio Vargas, Pedro González y Abraham Villegas; tres del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos: Tomás Luzón, Juan Antonio Bedoya y Carmen Mora; como jefe de la expedición, el arquitecto municipal y jefe de servicio de Protección Civil del Ayuntamiento de Málaga, Juan Antonio Benítez; y como desarrollador informático de la aplicación Civilio, Francisco Martínez, que llegó de Lorca para apoyar al equipo. «Gracias al software que desarrolló él pudimos hacer un diagnóstico potente y tener todos los inmuebles de Alfafar analizados en tres días», puntualiza Gonzalo Martín.

Este martes llegaron a su casas y, como dice el propio coordinador del grupo, «las botas ya vuelven a estar limpias para ayudar de nuevo en cuanto se necesite». La satisfacción de ayudar se une a la gran necesidad de los valencianos y sus municipios afectados y desde el Grupo de Arquitectos Voluntarios en Emergencias de Málaga ya están dispuestos a volver: «Si la semana que viene nos llaman, allí estaremos».