Un malagueño en la NASA: «Os necesitamos para llegar a Marte»

Las mismas que invitó a que tuviera el medio millar de estudiantes de 14 institutos de la provincia de Málaga durante el encuentro que mantuvieron con el malagueño en el salón de actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de la Universidad de Málaga (UMA). Un acto organizado por la Asociación Ellas vuelan alto en colaboración con este centro universitario, cuyo director Rafael Godoy subrayó el esfuerzo que realizan para que los estudiantes descubran cuanto antes a qué quieren dedicarse. «Creemos que es muy necesaria la información para despertar vocaciones relacionadas con las ingenierías y las tecnologías; para que voléis alto en vuestras aspiraciones y el ejemplo lo tenéis en Carlos», expuso Godoy.

En esa misma línea se pronunció la responsable de la asociación y conductora del acto, Irene Rivera, quien invitó a todos los jóvenes a seguir los pasos de Carlos, quien con 23 años entró en la NASA. Allí dio sus primeros pasos en el Centro de Control de Misiones de la Estación Espacial Internacional, en Houston. Después, llegaría el Proyecto Orion y durante casi 20 años ha liderado al equipo de ingenieros que ha trabajado en el desarrollo e integración de todos los sistemas de la nave espacial Orion que llevará al hombre a Marte en una década. «Y para eso os necesitamos a todos», espetó el ingeniero malagueño. «Se trata de un desafío, sin duda, pero también tenemos la obligación de explorar para dejar ese conocimiento a próximas generaciones», explicó antes de entrar de lleno en el programa Artemis.

Y es que para alcanzar esa meta, hay que volver a la Luna primero y aprender a vivir en la órbita cercana a la Tierra, donde la gravedad es similar a la de Marte. Aseguró que después de 20 años en la Estación Espacial Internacional, el hombre ha aprendido a vivir en el espacio, pero que ahora tiene que hacerlo en el «espacio más profundo». Para ello, ya se está construyendo otra estación espacial que permanecerá en la órbita lunar y que servirá para hacer una parada en el camino a Marte. «Llevamos desde 1998 viviendo en la órbita de la Tierra, en la Estación Espacial Internacional que está a tres horas; la Luna está a tres días y Marte, a nueve meses, por eso es como escalar el Everest, hay que prepararse bien para esa misión», indicó García-Galán.

Así, el programa Artemis, que tiene como fin llevar de nuevo al hombre al satélite terrestre y establecer allí un campamento base en el que vivir hasta dos meses seguidos, se desarrollará en tres fases. La primera de ellas se llevó a cabo con éxito en diciembre pasado cuando se pudieron probar todos los sistemas de la nave Orion y del cohete SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial), el más grande jamás construido (mide 111 metros de altura y pesa 130 toneladas). «Uno de los momentos más complicados fue la reentrada de la nave en la atmósfera terrestre cuando tuvo que reducir enormemente su velocidad pasando de casi 30.000 kilómetros por hora a unos 30 kilómetros por hora, lo que llevó el escudo térmico hasta casi los 2.800 °C», detalló el ingeniero mientras mostraba varios vídeos del difícil momento captado por las cámaras interiores de la nave para admiración del auditorio.

Fue un viaje no tripulado, una especie de ensayo general de otro lanzamiento que volverá a repetirse en diciembre de 2024 (Artemis II), aunque en esa ocasión será con astronautas a bordo, todos ellos ya seleccionados y entre los que se encuentra una mujer. En esa expedición también permanecerán en la órbita lunar y no será hasta 2025 (Artemis III) cuando se produzca el alunizaje de la nave Orion y el mundo asista de nuevo a la llegada del hombre a la Luna 56 años después de que Neil Armstrong pronunciase aquella mítica frase: «Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad» y se convirtiera, el 20 de julio de 1969, en el primer humano en pisar la Luna, tras cuatro días de viaje a bordo del Apolo 11.

En su exposición, explicó que trabajan intensamente ya en el desarrollo de la estación espacial lunar Gateway, en los sistemas para generar energía eléctrica y otros para poder moverse por la superficie lunar como ensayo previo a cuando lo hagan en Marte. «Ahora estamos dando los primeros pasos, pero los siguientes tendréis que darlos vosotros», animó el ingeniero.

García-Galán, casado y padre de dos hijos, trabaja ahora en el Centro de Investigaciones Glenn (uno de los diez que tiene la NASA), donde dirige a todo el equipo que se encarga de la integración del módulo de servicio europeo, desarrollado por la Agencia Espacial Europea (ESA) en colaboración con la empresa Airbus. Precisamente, en esta visita a Málaga para ver a la familia a la que no veía desde hacía cuatro años, le llevará posteriormente a varios países de Europa donde visitará algunas de las empresas que participan en el proyecto de la mano de la Agencia Espacial Europea.

Tras la charla, tuvo lugar un coloquio en el que expertos de distintas áreas recalcaron el universo de posibilidades que se abre con la investigación espacial y animaron a los estudiantes a aprovechar esa oportunidad. La investigadora Beatriz Galindo de la UMA; Mar Villarrubia de Dhv Technology; Álvaro Soria, ingeniero de Operaciones en la Agencia Espacial Internacional, y José María Ortega, compañero de Eva Sánchez de Innoplant Green Moon Project, que no pudo asistir por problemas personales, participaron en el debate que concluyó con un turno de tres preguntas. En él, los jóvenes se interesaron sobre la viabilidad de los drones en el exploración espacial, sobre Marte como planeta B si falla la Tierra y sobre el Snoopy de plata que los astronautas regalaron a García-Galán como reconocimiento a una persona que veló por su seguridad.

Por su parte, García-Galán reconoció el trabajo de colaboración que realiza la ETS de Ingeniería de Telecomunicación con distintas agencias espaciales con una fotografía enmarcada de la última misión y un parche que voló en la nave. Asimismo, regaló a la Asociación Ellas vuelan alto una placa y un pin que también fue incorporado a ese viaje de diciembre de 2022.

La apretada agenda de García-Galán, que el domingo abandona Málaga, continuó este viernes con otra charla en la sede de Aertec Solutions con empresas y empleados del Clúster Andalucía AeroSpace. Y posteriormente con una visita a los laboratorios de la Escuela de Ingeniería Industrial y la visita al Telescopio Bootes2, en la Estación Experimental IHSM La Mayora-CSIC.