De reintegros y cautiverios

El caso del miembro de Podemos Juanjo Espinosa es diferente, ya que ha salido bien parado. La Audiencia Provincial de Málaga reafirma la sentencia del juzgado, que estima que el exedil de Málaga Ahora Juanjo Espinosa no cometió malversación de fondos públicos ni apropiación indebida, por lo que se le juzgaba, con el gasto de 3.822 euros que pertenecían al grupo municipal, y que les había entregado el Ayuntamiento dentro de su asignación para frente a sus gastos. Pero, puesto que en la guerra que mantenían los dos bandos, Ysabel Torralbo, Rosa Galindo e Isabel Jiménez (que al final acabaron concurriendo en dos partidos a las elecciones) contra Juanjo Espinosa no quisieron las primeras reconocer los gastos del segundo como propios del grupo municipal, el Ayuntamiento no los pudo asentar en la contabilidad, y ahora los deben a las arcas municipales. Es decir, a todos los malagueños. Es por eso que el juzgado exige a los cuatro miembros de Málaga Ahora que lo devuelvan de forma solidaria, lo que viene siendo a escote. Es la primera vez en la historia de la democracia municipal en Málaga que un partido tiene que devolver dinero una vez se ha marchado del Consistorio sin representación. Curioso es cuando menos.

De hecho, la Intervención General ya ha iniciado el expediente y el requerimiento para que se proceda a la devolución, como ha podido conocer esta sección. A ver qué tardan los cuatro exediles en cumplir la sentencia.

Cambió nuestras vidas para siempre. La viene cambiando desde ese marzo, mes en el que el Gobierno nos confinó, y muchos aún no se han recuperado del cautiverio. Para cuarentenas, la que ha tenido que pasar encerrado en su cuarto el coordinador de distritos, Francisco Cantos, aquejado de coronavirus el día de su cumpleaños. Como cuenta a otros ediles, la enfermedad que padeció el pasado mes de febrero, fue «gracias a Dios, una gripe fuerte, con fiebre y dolor de cabeza y en las articulaciones».

Nada en particular que no hayan vivido otras muchas personas, pero en su caso sí fue especial porque así se lo hizo su familia. Concretamente, su hija Alba coordinó un vídeo en el que participaron todos sus amigos con la música ochentera de los renacidos en los escenarios Hombres G. La canción, 'Voy a pasármelo bien', que cantan y bailan de lo más divertidos sus allegados haciendo una y mil tonterías para sacarle una sonrisa en el día de su 50 cumpleaños. Medio siglo, confinado y con coronavirus. Seguro que no se le olvida en la vida. Ni a él, ni a nadie.