El veto a los coches contaminantes por el Centro de Málaga apunta a enero de 2024

Aunque no será un veto total. Tal y como ha precisado este jueves el concejal de Movilidad, José del Río, el Ayuntamiento permitirá la entrada a esta área restringida a todos los vehículos que «acudan a un 'parking' público o tengan una plaza privada». Lo que no se permitirá será atravesar esta zona de bajas emisiones «dando rodeos y vueltas para buscar aparcamiento», ha remarcado el edil, quien respecto a los plazos asegura que «hay margen suficiente para que esté en enero de 2024».

La delimitación contemplada abarca una envolvente total de 437 hectáreas que se iría aplicando de forma gradual en la que quedan englobados no solo la 'almendra' del casco antiguo, sino también toda la zona de La Malagueta y Monte Sancha, el barrio de la Victoria, El Ejido, Capuchinos, Segalerva, la Trinidad, El Perchel y el entorno de la avenida de Andalucía.

El método ideado para impedir que los vehículos accedan a esa zona en función del nivel de contaminación que provocan es el de un sistema de lectura de matrículas que estaría conectado con el centro de control de tráfico del Ayuntamiento y que abarcará medio centenar de localizaciones con 97 cámaras, una por cada carril de circulación de entrada y salida desde esta zona blindada. Su instalación fue adjudicada en octubre de 2022 con un plazo de ejecución de un año y un presupuesto de 3,1 millones, que serán financiados por los fondos europeos Next Generation a través del programa de ayudas del Ministerio de Transportes para la implantación de ZBE.

En cualquier caso, el proyecto contempla diferentes niveles de acceso para las distintas áreas de la zonas de bajas emisiones. La primera de ellas y la que tiene restricciones más férreas será la zona interior, que comprende la 'almendra' del Centro Histórico y la zona del Soho. A estos espacios sólo podrán acceder los vehículos autorizados, con excepciones como las que se puedan conceder para las tareas de carga y descarga o los permisos temporales. También se permitirá el acceso a 'parkings' públicos, para lo que luego se cotejará el listado de matrículas con el de los aparcamientos.

En la segunda zona, la zona exterior, se podrá acceder dependiendo de la etiqueta de emisiones del vehículo (pegatina de la DGT), unido a los criterios ya existentes en la zona interior. Para este área se estudian que las medidas sean menos permisivas con los vehículos contaminantes según se vayan avanzando los años. A los residentes se les permitirá enviar invitaciones en momentos puntuales y delimitados en el tiempo, de manera que puedan recibir visitas. Esta excepción se gestionará mediante una 'app'.