Momento en el que la grúa de 65 metros sube la primera traviesa simbólica. Ñito Salas

Málaga retoma la obra de su Catedral después de 242 años

Autoridades eclesiásticas y políticas presiden el acto oficial de inicio de los trabajos para construir la cubierta a dos aguas que no se hizo en el siglo XVIII

Jesús Hinojosa

Málaga

Viernes, 12 de abril 2024, 14:46

El obispo de Málaga, Jesús Catalá, cumplirá el próximo 22 de diciembre 75 años y, como marcan las directrices internas de la Iglesia, presentará al Papa Francisco su renuncia al cargo por jubilación. No obstante, lo hará con la satisfacción personal de haber dejado iniciadas las obras para retomar la construcción de la Catedral que quedó interrumpida hace 242 años, el 5 de julio de 1782. Una de las metas que se marcó este obispo desde su llegada a la diócesis es que se pudieran reactivar los trabajos de un templo que siempre ha considerado inacabado y del que ha rechazado el apelativo de 'La Manquita'. Este viernes, 12 de abril de 2024, ha podido ver cumplido el anhelo de que la enorme grúa instalada en los últimos días en la calle Postigo de los Abades suba la primera traviesa simbólica del futuro tejado a dos aguas que quedó sin hacerse en el siglo XVIII por falta de recursos económicos.

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En un acto celebrado en el trascoro del templo, que ha durado casi una hora y media y al que han asistido numerosas autoridades eclesiásticas y políticas, han quedado oficialmente reactivadas las obras de la Catedral, un hito para el que ha sido clave el cambio de signo político que se produjo en el Gobierno andaluz en 2019, ya que los anteriores responsables socialistas en la Junta se mostraban reacios a la ejecución de la cubierta a dos aguas y seguían defendiendo la segunda 'piel' de ladrillos que se aplicó al exterior de las bóvedas en 2009.

Sin embargo, el tiempo demostró que aquella solución fue fallida tras poblarse de grietas y desprendimientos. La repetida imagen de cubos para recoger goteras en momentos de intensas lluvias hablaba bien claro de que la Catedral necesitaba una solución más eficaz para acabar con su problema de filtraciones, y en eso ha estado trabajando el Obispado en los últimos años, ya de la mano de una administración regional favorable a que el mejor medio para paliar esta situación es que se ejecute el tejado a dos aguas que el arquitecto Ventura Rodríguez dejó dibujado en 1764 y que nunca llegó a realizarse. El proyecto que va a llevarse a cabo a partir de los próximos días lleva la firma de los arquitectos locales Juan Manuel Sánchez La Chica y Adolfo de la Torre Prieto.

«Hoy es un gran día no solo para la ciudad, sino también para la diócesis. La obra de esta Catedral ha tenido inicios, paradas y reinicios, y este es un nuevo reinicio», ha destacado el obispo, quien ha confesado que desde que pisó Málaga en 2008 ha intentado cambiar la denominación de 'La Manquita' para el templo por la de «una sinfonía inacabada». Jesús Catalá, que ha expresado su agradecimiento «de corazón» a todos los que han colaborado con este proyecto, ha afirmado que la construcción del tejado es «un gesto filial» hacia la iglesia madre de Málaga y se ha mostrado seguro de que en el futuro se seguirán terminando partes que todavía le faltan al templo, aunque ha admitido que posiblemente ya no será posible realizar las dos sacristías que se llegaron a proyectar y que tendrían que ocupar parte de los jardines junto al patio de los Naranjos y de la calle Postigo de los Abades.

En el acto protocolario previo al izado simbólico de un trozo de viga de madera con una placa que rememora este hito histórico, han intervenido las instituciones y entidades que hasta ahora más se han implicado en la colaboración económica con las obras. El Ayuntamiento aporta 4,5 millones de euros, lo que supone más del 25% del presupuesto de los trabajos, que están valorado en 17,5 millones de euros y tienen un plazo de ejecución de tres años. Asimismo, la intervención cuenta con una inyección de 5,3 millones del Gobierno andaluz; 3,2 millones de la Diputación Provincial; y 1,5 millones de la Fundación Bancaria Unicaja.

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El presidente de la Diputación Provincial, Francisco Salado, ha señalado especialmente la ausencia de aportación económica del Ejecutivo central para estas obras. «Málaga necesita el compromiso del Gobierno, esa silla no se puede quedar vacía, aún está a tiempo de unirse», ha apuntado Salado. De igual modo, el alcalde, Francisco de la Torre, ha afirmado que la administración estatal tiene todavía margen para sumarse a esta empresa, respecto a la que ha sido claro al argumentar que no ha podido llevarse a cabo antes porque el anterior gobierno socialista en la Junta tenía «un criterio conservacionista equivocado». «Se impuso colocar una 'segunda piel' que lo que ha hecho ha sido perjudicar la situación de la Catedral con la humedad que entraba por debajo, era absurdo. Ha tardado en verse la lógica aplastante», ha añadido De la Torre.

En el acto, acompañado con música de órgano y que ha finalizado con un rezo, también ha participado el consejero de Turismo y Cultura, Arturo Bernal, quien ha destacado la colaboración del Gobierno andaluz y en especial de la Consejería de Economía y Hacienda, en manos actualmente de la malagueña Carolina España, también presente en el evento. José Manuel Domínguez, presidente de la Fundación Bancaria Unicaja, ha subrayado que la Catedral «ha sido testigo de los últimos cinco siglos de Málaga y es un símbolo identitario de la ciudad».

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Por su parte, el arquitecto Juan Manuel Sánchez La Chica se ha mostrado emocionado al poder sentirse «socio» de los arquitectos que fueron retomando las obras de la Catedral en los siglos pasados: Diego de Vergara, Diego de Siloé y Antonio Ramos. «Este es un edificio que se está levantando desde hace quinientos años por impulsos intermitentes», ha precisado.

El actual deán, José Ferrary, ha sido el primero en intervenir en el acto, conducido por Gonzalo Otalecu. Ferrary ha declarado que este proyecto es «un reto que se antojaba como una ilusión lejana pero que ahora es una realidad imparable», y ha tenido un especial recuerdo para sus predecesores en el cargo: Francisco García Mota, que ha podido estar presente pese a su avanzada edad y su delicado estado de salud; Alfonso Fernández Casamayor, ya fallecido; y Antonio Aguilera, del que ha dicho que «más que un grano de arena puso un saco entero». Asimismo, ha tenido especiales palabras de gratitud para el obispo: «Le debemos un enorme reconocimiento».

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Autoridades y técnicos con la viga que se ha subido a la cubierta. Ñito Salas

La construcción del tejado a dos aguas para acabar con los problemas de filtraciones que padece la Catedral será realizada por la unión de las constructoras Hermanos Campano y Grupo ORP. Los trabajos comenzarán por la demolición de la 'piel de ladrillos' que se aplicó al exterior de las bóvedas en 2009 y que resultó fallida. Así, se eliminarán las capas de ladrillos y se dejarán las láminas de plomo que se colocaron como primera base de aquella intervención para proteger el edificio en caso de que se produzcan lluvias.

Una vez que la estructura y el tablero de la nueva cubierta garantice que las lluvias no van a producir deterioro en la zona inferior, se retirarán las láminas de plomo de la solución de 2009 y se acometerán los cerramientos verticales, revestimientos y acabados del tejado. Este proceso comenzará por la parte barroca de la Catedral, es decir, desde la fachada a la plaza del Obispado hacia el este, hacia el crucero. Luego, seguirá por la girola (la parte curva que enmarca el altar mayor) y por los cruceros norte y sur, junto a las puertas del patio de los Naranjos y la calle Postigo de los Abades.

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Asimismo, la intervención también renovará las cubiertas intermedias de la Catedral, es decir, las que se encuentran sobre las capillas. Esos trabajos comenzarán por la zona sur, en sentido oeste a este. Se hará por terrazas completas en las que se extenderán lonas en el caso de que llueva durante los trabajos. Ese proceso acabará en la zona de la girola, en tramos que coincidirán con las juntas de dilatación. Por su parte, la realización de una nueva cubierta a cuatro aguas para la sacristía, junto al patio de los Naranjos, se llevará a cabo al mismo tiempo que el tejado a dos aguas.

El proyecto incluye también la realización de los balaustres, pináculos y pedestales que se diseñaron en el siglo XVIII para rematar el perímetro superior de la Catedral. Tanto el exterior como el interior de la nueva cubierta será visitable.

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