Toda fuente de agua que pueda aflorar o recuperarse es poca a la hora de enfrentar la grave sequía por la que atraviesa Málaga. Los pozos del Bajo Guadalhorce y, más concretamente, en la zona de Puente del Rey se plantean como obras de emergencia. ... Es vital conocer no sólo cuánta agua pueden aportar sino también de qué calidad. Hay que ahorrar agua de pantano. Y no es nada fácil conocer las aguas subterráneas. Es preciso acudir a los especialistas.
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Por eso, Emasa, la empresa de aguas, ha contratado al catedrático Bartolomé Andreo, director del Centro de Hidrogeología (CEHIUMA) el aforo de este pozo por un importe de 24.000 euros. El equipo lleva ya varias semanas trabajando. Se trataría de poner el acuífero de nuevo en producción y de conectarlo con la desalobradora de El Atabal. La obra está incluida en el cuarto decreto de sequía, publicado en el BOJA el pasado 1 de febrero. La inversión la asumirá por lo tanto la Junta a través de la Consejería de Agricultura.
En los años 90 fue utilizado por Emasa hasta un caudal de más de 4 hectómetros cúbicos anuales (eso supondría un 10% aproximadamente del consumo anual de la ciudad). Sin embargo, dejó de utilizarse por la mala calidad del agua.
Todo el Bajo Guadalhorce conforma un sistema de acuíferos de unos 270 kilómetros cuadrados. Es un área hidrogeológica de gran interés, según un estudio técnico consultado por SUR en el que participó hace años el propio Andreo, junto a otros dos especialistas como Francisco Carrasco e Iñaki Vadillo. No es la primera vez, ni mucho menos, que trabajan sobre el terreno. Ni es la primera vez que Emasa acude en su búsqueda.
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La alta intrusión marina de la margen derecha del tramo final del río no sería problema actualmente, dado que ahora las aguas salobres tienen fácil tratamiento en El Atabal, aunque el caso del Puente del Rey, con sus cuatro sondeos en uso, no presentaba en su día niveles especialmente altos de sal. Incluso a grandes profundidades.
Durante años, se realizaron en la zona numerosos sondeos para investigar los acuíferos de la zona. Se trata de actualizar todos esos datos para ganar recursos extra que serían estratégicos. Desde el Puente del Rey hasta el mar se llegaron a usar 6,4 hectómetros cúbicos al año para usos urbanos, industriales y agrícolas.
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En su momento, llegaron a inventariarse en la zona 152 puntos de agua, de los cuales 10 eran piezómetros (dispositivos o sondeos de investigación para medir el nivel de agua en perforaciones o cavidades), 83 sondeos de explotación y 59 pozos de gran diámetro. La mayoría se encuentraban en la margen derecha del Guadalhorce. Los piezómetros se sitúan generalmente a profundidades de hasta 100 metros. Los sondeos, tenían profundidades habitualmente de menos de 50 metros y pueden aportar caudales de unos 40 litros por segundo. Por último, los pozos eran de gran diámetro (hasta 3 metros) y una profundidad de hasta 20.
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