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Los cinco puntos de control de velocidad instalados por el Ayuntamiento de Málaga en los dos principales ejes viarios de Pegregalejo y El Palo para vigilar el comportamiento de los coches en los carriles 30 (donde las bicis y demás vehículos de movilidad personal tienen ... prioridad) ya están operativos, aunque ninguno de los dos radares que irán rotando por estas cinco ubicaciones servirán para multar a los conductores que rebasen los 30 km/h. «Los datos obtenidos se utilizarán sólo con fines estadísticos y de estudios, no sancionadores», aseguran desde el Área de Movilidad.
Aunque en un principio se anunció que esta red de radares fijos se extendería por las principales arterias de la ciudad para denunciar a los infractores, finalmente recularon en el Consistorio y el plan ha quedado reducido en esta primera fase a la zona este y sin multas. Los dos equipos irán cambiando cada dos semanas entre los cinco puntos de monitorización establecidos, que son las intersecciones entre calle Bolivia y calle Pez de Planta; calle Bolivia y calle Practicante Pedro Román; avenida Salvador Allende y calle Escultor Marín Higuero; avenida Juan Sebastián Elcano y Paseo de las Acacias; y avenida Juan Sebastián Elcano y calle Ventura de la Vega.
Los dispositivos recogerán información sobre las velocidades, intensidades y otras magnitudes de tráfico con el objetivo de mejorar la seguridad vial y la movilidad en este tipo de vías urbanas en la que bicicletas y patinetes comparten asfalto con los vehículos a motor.
Los datos que se obtengan serán analizados por franjas horarias, por día de la semana y tipo de día (laboral o festivo) de modo que el Ayuntamiento pueda extraer conclusiones determinantes sobre la circulación de los vehículos en la zona que es objeto de estudio.
Fue a raíz de la implantación de los denominados carriles 30 en mayo de 2020 cuando el Área de Movilidad se puso a trabajar en la colocación de una hilera de cabinas en todos los tramos, en los que se ubicarían un número más reducido de cinemómetros que irían cambiando de localización para aprovechar el efecto disuasorio que provoca ver la señalización del control aunque realmente no se sepa si en ese momento está operativo.
A esta necesidad de garantizar que los conductores cumplen con esta normativa municipal que afecta a 50 kilómetros de vías de la capital surgió otra en mayo de 2021 con la entrada en vigor de los nuevos máximos en casco urbano, que redujeron de los 50 a los 30 km/h el límite genérico en las ciudades, a excepción de las avenidas con dos o más carriles por sentido.
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