La petición de la eutanasia solo puede hacerla el propio afectado. SUR

Málaga tiene ya las primeras peticiones de eutanasia, pero la Junta no ha constituido la comisión que las autoriza

La Asociación Derecho por una Muerte Digna denuncia que «la ley de eutanasia en la práctica está parada en Andalucía»

Ángel Escalera

Málaga

Viernes, 5 de noviembre 2021, 01:15

Morir con dignidad, sin sufrimiento y recibiendo ayuda sanitaria para que se produzca el fallecimiento cuando la persona que cumpla con todos los requisitos para ello lo solicite. Ese es el espíritu de la Ley Orgánica 3/2021 de regulación de la eutanasia en España. ... En la provincia de Málaga ya ha habido personas que han presentado peticiones a médicos para la aplicación de la eutanasia, según ha confirmado a este periódico la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD). Los pacientes que quieren ayuda para morir suelen ser enfermos terminales de cáncer, con dolencias como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o con otros padecimientos incurables e irreversibles que provocan un gran sufrimiento.

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El problema que se han encontrado los solicitantes y los médicos es que en Andalucía aún no han sido nombrados los 13 integrantes de la Comisión de Garantía y Evaluación, órgano que en última instancia es el encargado de dar luz verde a la aplicación de la eutanasia. La citada comisión, que es de carácter colegiado y multidisciplinar, debe estar conformada por cinco titulados en Medicina, cinco titulados en Derecho y tres titulados en Enfermería.

El pasado 19 de octubre, el Gobierno andaluz aprobó un decreto tanto para la creación y regulación de la Comisión de Garantía y Evaluación como del registro de profesionales sanitarios objetores de conciencia. La comisión no se ha constituido aún formalmente ni se ha designado a sus miembros, según ha dicho a este periódico el presidente del Consejo Andaluz de Enfermería, José Miguel Carrasco. En ese sentido, la Asociación DMD ha denunciado que «la ley de eutanasia en la práctica está parada en Andalucía», lo que supone una demora en los trámites para los pacientes que ya han solicitado ayuda para adelantar su muerte. Asimismo, ha criticado que «Andalucía es la única comunidad autónoma que insiste en que las peticiones de eutanasia hechas en un testamento vital previo a la ley no sirven».

Una vez que el médico prescribe la aplicación de la eutanasia, un profesional de enfermería se encarga de llevarla a cabo

La ley reconoce el derecho a la eutanasia a personas que tengan un padecimiento grave, crónico e imposibilitante que provoque un sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable y, además, haya la seguridad o una gran probabilidad de que esas limitaciones van a persistir en el tiempo sin posibilidad de curación o mejoría. También está contemplada la ayuda a morir para las personas con una enfermedad grave e incurable que cause un sufrimiento físico o psíquico constante e insoportable, sin posibilidad de alivio tolerable, y con un pronóstico de vida limitado en un contexto de fragilidad progresiva.

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La petición de la eutanasia solo puede hacerla la persona que quiere recibir ayuda para su fallecimiento. La solicitud hay que presentarla por escrito o por cualquier otro medio que permita dejar constancia de la voluntad inequívoca de quien la solicita, así como del momento en que lo hace. Hay que presentar dos peticiones de manera voluntaria con una separación de al menos quince días naturales entre ambas.

Solicitud al médico responsable

El proceso empieza con una primera solicitud del enfermo por escrito al médico responsable, que deberá firmarla y comprobar que cumple los requisitos. En el plazo de dos días habrá un encuentro deliberativo en el que médico y paciente discutirán las alternativas terapéuticas disponibles, así como la posibilidad de acceder a cuidados paliativos. Al menos 15 días después, el paciente debe presentar una segunda solicitud y reunirse de nuevo con el médico para volver a deliberar. Si el enfermo decide seguir adelante, deberá firmar un consentimiento informado.

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Seguidamente, el facultativo responsable se pondrá en contacto con un segundo profesional de la Medicina (médico consultor), sin relación con él ni con la persona solicitante, que evaluará si la petición cumple con los requisitos previstos por la ley y deberá entrevistarse con el paciente en un plazo de 10 días. Tras esa reunión, el médico hará un informe (favorable o desfavorable) en un máximo de 10 días.

Si ambos facultativos coinciden en que la petición de eutanasia se ajusta a lo previsto por la ley, el médico responsable deberá remitir un informe con toda la documentación a la presidencia de la Comisión de Garantía y Evaluación, que estudiará la petición. Para ello, se designará un equipo formado por un médico y un jurista. Ambos evaluarán y remitirán su informe a la comisión en siete días. Si el informe es favorable, se le comunicará al médico responsable que se puede realizar la eutanasia en el momento que lo decida la persona que la solicitó.

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Una vez que el médico prescribe la aplicación de la eutanasia, un profesional de enfermería se encarga de llevarla a cabo, generalmente en casa del paciente, mediante una inyección que primero lo adormece, luego le induce a un estado de coma y finalmente le produce una parada cardiaca y la muerte, han explicado desde la Asociación Derecho a Morir Dignamente.

Los enfermeros piden paridad en la comisión de eutanasia: «Somos nosotros los que ponemos la inyección»

uw El Consejo Andaluz de Enfermería considera que la Comisión de Garantía y Evaluación, órgano colegiado y mutidisciplinar que debe dar el visto bueno a la aplicación de la eutanasia en Andalucía, tiene que ser paritaria. De ese modo, está en contra que la comisión la compongan cinco médicos, cinco juristas y solo tres profesionales de enfermería.

El presidente del Consejo Andaluz de Enfermería, José Miguel Carrasco, ha dicho a este periódico que presentaron un recurso ante la Junta de Andalucía pidiendo la paridad en la comisión, pero no se ha tenido en cuenta su petición. Igualmente, no se ha aceptado que haya un enfermero junto al médico y al titulado en Derecho que el presidente de la comisión nombre para estudiar cada caso de petición de eutanasia. «Creemos que la comisión tiene que ser paritaria y que nuestra opinión debe ser escuchada antes de decidir si se acepta o se rechaza la solicitud de la eutanasia, puesto que será un enfermero el que ponga la inyección para ayudar a morir al enfermo», ha manifestado José Miguel Carrasco.

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