Málaga pone el punto final a dos décadas de Limasa

De hecho, ante la complejidad burocrática, el Consistorio cambió de criterio el pasado mes de abril desechando la idea de liquidar la sociedad una vez adquirido a los privados el 51% de las acciones de la antigua empresa mixta (la parte privada recuperó los 3 millones en los que estaban valoradas sus acciones además de otros 1,4 del fondo de reserva y del beneficio del primer semestre de 2020) y abrió el camino de un proceso de fusión por absorción. Es decir, Limasam se come a Limasa.

En una sesión extraordinaria celebrada este mediodía, la Corporación municipal ha dado luz verde por unanimidad a esta absorción mediante una ampliación del capital social de Limasam, que era de 60.000 euros, para integrar en su patrimonio los activos y pasivos de Limasa, valorados en 2,95 millones de euros, mediante la emisión de 295 acciones nominativas de 10.000 euros cada una. En este sentido, conviene recordar que desde que el pasado diciembre el Ayuntamiento se hizo con las acciones de la parte privada, Limasa es una empresa 100% municipal, de ahí la necesidad de acabar con esta duplicidad en el ‘holding’ del Consistorio.

La propuesta ha salido adelante primero por parte de los consejos de administración de ambas entidades, luego en el pleno extraordinario y, por último, en la junta general de la sociedad convocada inmediatamente después. En ésta última sesión los dos grupos de la oposición (PSOE y Adelante Málaga) sí que se han abstenido en el punto relativo al traspaso de cuentas desde una sociedad a otra, volviendo a reclamar que los ya exsocios de Limasa (FCC, Urbaser, Sando y Unicaja) abonen unos tres millones de euros por el canon de asistencia técnica después de que un informe de la Intervención Municipal señalara que no se debían abonar este canon del 2,5% de la facturación anual dentro de la compensación que se contemplaba cada ejercicio para cuadrar las cuentas.