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El Ministerio de Transición Ecológica dará el visto bueno ambiental en las próximas semanas al proyecto de relleno para crear un nuevo muelle, el 8, en el puerto de Málaga. El objetivo, que Málaga no quede descolgada de las demandas de las mercancías actuales, en ... especial los graneles, que, para abaratar fletes, exigen cada vez más capacidad para albergar megabuques. Así lo ha confirmado a SUR, el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, que lamenta que un trámite simplificado que, en principio, debió durar unos tres meses ya va por año y medio. «Parece que ya es cuestión de semanas que nos lo envíen», apostilla.
«Es el proyecto que abre el acceso a los grandes buques de carga, de más de 50.000 toneladas. Nos va permitir seguir siendo competitivos en un mercado de fletes marítimos que cada día son con barcos de más tamaño. No disponer de estas infraestructuras supondría un fuerte riesgo de quedar fuera de las principales rutas, perdiendo competitividad», argumenta Rubio.
Es un muelle que vendrá a reforzar la actividad del muelle 9, de contenedores. Y, según el proyecto ambiental, redactado por el Grupo Amper Proes y Estudio 7, la actuación supondrá abarcar el 91% (4.714 buques en todo el mundo) de los graneleros que operan en el mundo. Se trata de lograr alcanzar una cota de dragado de 15,6 metros lo que permitiría operar a barcos de hasta 13,5 metros de calado. Para ello, hay que extraer 200.000 metros cúbicos de arena del fondo portuario. Es la alternativa analizada como más viable.
La obra planteada como segunda opción suponía alcanzar un 96% de cobertura en este mercado pero implicaba un dragado muy superior, 310.000 metros cúbicos y apenas se tenía la posibilidad de captar 275 barcos más. En ese escenario se bajaba hasta 16,2 metros de profundidad para un calado operativo de 14 metros.
Y la tercera opción analizada conllevaba no intervenir. Y, si se dejan las cosas como están, la cobertura es del 60%, apenas 3.098 barcos mercantes. Por lo tanto, el puerto incrementa mejora en un 31% su capacidad de respuesta ante grandes barcos.
Llama la atención que el proyecto entró en el registro del Ministerio el 31 de enero del año pasado. Y que tres meses después, según la tramitación analizada por este diario, se había sometido a consultas (más de una veintena de instituciones y colectivos relacionados con el medio ambiente, el mar, la ordenación territorial o el agua, entre otros).
Se trata de un nuevo espacio de más de 5 hectáreas. Toda la actuación se va a desarrollar íntegramente en ámbito portuario y los únicos impactos detectados se producen durante el proceso constructivo, siempre según el citado proyecto. Las obras previstas incluyen, por una parte, la prolongación del muelle 9 existente que dará lugar a la creación del futuro muelle 8, situado entre el muelle 7 y el citado 9, de contenedores, y por otra, la creación de una explanada polivalente mediante el relleno de la actual dársena pesquera.
«El futuro muelle tendrá dos alineaciones, la primera que se corresponde con la prolongación de la alineación del muelle 9, con una longitud total de 87,14m, y una segunda alineación que cierra contra el actual muelle 7, cuya longitud total es de 276,65 metros», detalla el documento.
La idea es la de atender a flotas de graneleros tipo 'Panamax' de hasta 14 metros de calado. En el extremo norte del futuro muelle 8, se sitúa un tacón ro-ro (barcos que transportan vehículos como coches, trailers, etc.) de 42,86m de anchura, que dará servicio a los tráficos 'ro-ro' y 'ro-pax' (los buques de pasaje de transbordo rodado) procedentes del Tánger.
La conexión con el muelle 7 existente se realiza mediante una plataforma pilotada, sin afectar al muelle existente. La construcción del muelle 8 conectando los existentes muelles 7 y 9 requiere que previamente se realice la demolición de los espigones norte y sur de la dársena pesquera, así como de parte del dique de Poniente.
Todos los rellenos, extracciones, vertidos (en las inmediaciones portuarias en sitios bien conocidos ya por los técnicos) se ajustan a todas las normativas ambientales correspondientes y tienen en cuenta la calidad de los materiales, el seguimiento de las emisiones, la calidad del aire... Y se han propuesto dos áreas de vertido sin adentrarse en zonas protegidas o destinadas a otros usos como la pesca o la producción de moluscos», explica el proyecto.
Las posibles afecciones durante la fase de obras señaladas son la alteración temporal de la calidad del aire, del suelo, sedimento y del agua, asociada a la emisión de gases de la maquinaria, derrames accidentales y generación de turbidez durante el dragado (tanto dentro del puerto como en la zona de vertido); generación de ruido en el entorno del puerto y en la zona de vertido, e interferencias en el tráfico portuario y en el rodado interior...
A la vista de todos estos datos, el proyecto concluye que adaptar el puerto al mercado mundial de los graneles es rentable tanto desde el punto de vista económico como ambiental.
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