Toni Morillas: «Los barrios turistificados hay que devolverlos a los vecinos»

Esta portavoz municipal subraya que los barrios afectados son Lagunillas, La Victoria, La Merced, Capuchinos, El Molinillo, Trinidad, Perchel, La Princesa, Huelin, Malagueta, Pedregalejo y El Palo. «Estamos realizando una ruta por los barrios turistificados para vivir con los vecinos de primera mano el problema y ya hemos ido a Lagunillas, donde vemos cómo se han tenido que ir muchos residentes por culpa de los pisos turísticos y el poco comercio tradicional que queda; hemos ido a Huelin y los recorreremos todos. La realidad es que en Huelin hay un 310% de viviendas turísticas más que hace diez años, y un 270% más en Pedregalejo, por lo que es obvio que este crecimiento exponencial hay que pararlo cuanto antes, y la instrucción de Urbanismo no es eficiente. La moratoria ya va tarde», subraya. «Al final lo que pretende el PP es que los malagueños se acaben yendo a vivir a Álora y Villanueva del Rosario», como subraya de forma crítica por los comentarios que hicieron sobre este asunto la concejala de Nuevas Tecnologías, Alicia Izquierdo y el alcalde de Málaga, Paco de la Torre. La tasa turística, a juicio de Morillas, es otra medida a implantar de inmediato.

La portavoz de Con Málaga subraya que los puentes plaza del Guadalmedina, el hotel de Correos, el «Puerto Banús» de San Andrés o la implantación de la Universidad Alfonso X en la Térmica «aceleran estos procesos de expulsión de los vecinos» porque impactan en el precio de la vivienda. A estas críticas suma que se sigan concediendo licencias para viviendas turísticas en las cuatro esquinas de El Palo, los 27 pisos turísticos de la calle La Victoria o el proyecto que hay para el Muro de las Catalinas

Morillas subraya que los fondos europeos, hasta ahora, han regenerado urbanísticamente espacios y han acondicionado calles peatonales y nuevos diseños urbanísticos, que han posibilitado la apertura de terrazas en los bares y pisos turísticos, han provocado la subida de los precios de alquiler y venta de los pisos y han acabado echando a muchos vecinos fuera de su lugar habitual de residencia, por lo que «toca revertir este proceso y que estas ayudas sirvan ahora, como contrapartida, para que los vecinos puedan quedarse en sus barrios de toda la vida».

Afirma que el Observatorio del Medio Ambiente Urbano (OMAU), que dirigía Pedro Marín Cots, que se jubiló, se centraba en el estudio de estos procesos, pero que en la actualidad se ha abandonado este campo, por lo que insta al Ayuntamiento a elaborar un estudio sobre el impacto de la gentrificación y turistificación y medidas a adoptar para fijar a la población residente en los barrios y que se cuente con la colaboración de la Universidad de Málaga.

Para Morillas es importante no sólo que los vecinos se queden en sus barrios sino que se le dé un nuevo impulso al pequeño comercio a través de un plan para la dinamización de los bajos comerciales para evitar su cierre o conversión en viviendas turísticas y reforzar y ampliar las ayudas al pequeño comercio para mantener la actividad comercial asentada. «Hay que revertir el proceso de gentrificación, y las ayudas europeas pueden servir esta vez para ayudar a los devolver los barrios a las vecinas».