Málaga, Marbella y otros cuatro grandes municipios, al borde de cerrar toda actividad no esencial

Marbella, con una incidencia de 984 casos, y Alhaurín de la Torre, con 986, alcanzarán los mil positivos este fin de semana. Con casi toda seguridad, ambos municipios llegarán al lunes sobrepasando este límite, por lo que tendrán que cerrar cualquier actividad que no sea considerada esencial desde el miércoles. La medida ya está vigente en Cañete la Real, Alfarnate, Vélez-Málaga, Alcaucín, Moclinejo, Álora, Faraján, Teba, Almargen, Monda, Alameda, Salares, Ardales, Igualeja, El Borge, Benamocarra, Cartajima, Coín, Alfarnatejo, Alhaurín el Grande y Algatocín y será efectiva desde esta medianoche en Ronda y Villanueva del Trabuco. Todas estas localidades superan los mil contagios por cada cien mil personas.

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha solicitado autorización para ordenar el confinamiento domiciliario en todos los municipios que alcancen esta tasa. El Gobierno de Pedro Sánchez ha desatendido esta petición. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, reclama paciencia «porque las medidas que se toman hoy no se notan mañana, sino dentro de dos semanas». Moreno considera «un error» que el Ejecutivo central delegue la gestión de la pandemia en las comunidades autónomas sin conceder herramientas para tomar decisiones de mayor calado como el confinamiento en casa en aquellas zonas donde los expertos así lo recomienden por la escalada vertiginosa de esta tercera ola.

Moreno también exigió la posibilidad de adelantar el toque de queda a las ocho de la tarde, opción igualmente descartada por Illa, al menos de momento. Las principales restricciones en Andalucía se mantienen por tanto en el toque de queda entre las diez de la noche y las seis de la mañana y la limitación de reuniones en un máximo de cuatro personas dentro o fuera de casa. Tampoco se puede entrar ni salir de Andalucía, salvo por causa justificada. Las grandes ciudades también han quedado cerradas de forma perimetral al superar la tasa de 500 contagios. Ahora, insisten desde San Telmo, vienen «días duros» en los que habrá que evitar contactos y cumplir las normas.