Las fuentes de agua potable también se desescalan en Málaga

Antes de volver a echar agua deben ser supervisadas para comprobar el estado de las tuberías y del sistema de activación por si hubiera algún problema por el tiempo que han permanecido en desuso, realizar un tratamiento de desinfección contra la 'legionella' e incluso instalar los grifos en algunas. Aunque todas estaban precintadas y anuladas, lo cierto es que el pasado verano sí que funcionaron varias en los paseos marítimos, pero no porque las reactivara el Ayuntamiento, sino por cuenta de deportistas que quitaban el precinto e incluso abrían el cajetín de la llave de paso para poder beber y refrescarse mientras hacían ejercicio en las zonas de aparatos biosaludables y de entrenamiento.

En este sentido, como medida preventiva frente al coronavirus, se están preparando unas pegatinas para recordar a los ciudadanos los consejos básicos para evitar contagios. Ya saben: higienizar las manos antes y después de tocar cualquier superficie de la fuente, dejar correr el agua durante al menos diez segundos antes de beber, no acercar demasiado la boca al surtidor o, en caso de usar un recipiente para llenarlo, evitar igualmente el contacto con el surtidor.

Igualmente, la etiqueta también lleva el indicativo localizador de cada fuente junto al número de teléfono de Emasa (900 777 420) y a un código QR a través del cual el ciudadano pueda informar al momento en caso no funcione o presente algún desperfecto y así ser más ágiles a la hora de solucionarlo. Del mismo modo, también se puede dar aviso a través de la app municipal de incidencias Málaga Funciona.

Según apuntan desde Emasa, en algunas fuentes se están encontrando con algunos problemas para volver a ponerlas en marcha, aunque se van solventando de forma progresiva con la previsión de que la semana que viene puedan estar operativas, si no todas, la práctica totalidad.