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Las unanimidades se están volviendo tan difíciles en el Ayuntamiento de Málaga, son tan rara avis, que hay que celebrarlo cuando llega una por derecho y por alegrías, aunque su destinatario es, sin duda, uno de los cantaores que más palos ha dominado y ejecutado ... con maestría. La concejala de Fiestas, Teresa Porras, llevaba hoy a la comisión de Medio Ambiente la concesión de la medalla de la Ciudad y el título de Hijo Adoptivo al cantaor de flamenco Antonio Díaz, 'Fosforito', que cuenta con 92 años de edad, que cumplió el pasado mes de agosto. Porras subrayaba, como así se indica también en la iniciativa, que excepcionalmente (porque ya han concedido dos medallas de la Ciudad este año,) se le entregará en el presente ejercicio 2024 debido a su avanzada edad.
La petición para que se le conceda la mayor distinción de la ciudad parte de la Peña Juan Breva, que la sustenta «en su legado y gran obra artística, historia viva aportada al flamenco». Fue el pasado 20 de septiembre cuando mediante resolución, el alcalde Paco de la Torre, designó a Porras como instructora del expediente, que se basa en «su trayectoria profesional, su dedicación plena y su siempre capacidad en pro del flamenco». Como indica la iniciativa, Fosforito, nació en Puente Genil (Córdoba) el 3 de agosto de 1932, de madre sevillana y padre cordobés, y con 14 años se vino a Málaga a vivir. Así que en su ser, confluyen, como poco, tres de los gentilicios de Andalucía, aunque su vocación es la de «cantaor andaluz y universal». Su hermano, 'El Niño de Genil', y su abuelo materno 'Juanillo el Cantaor, hicieron que Fosforito llevara el cante jondo en la sangre, y con tan sólo 10 años empieza a cantar por tabernas y a recorrer ferias de ganado de Sevilla y la serranía de Málaga. Y crece, como reza el escrito, aprobado por todos los grupos, alternando teatros y tablaos. En Málaga vendría a vivir a la céntrica calle Santa María (donde ahora está el bar restaurante Málaga) al principio de la vía, y con el tiempo se organizaría una tertulia en el Café Central alrededor de su figura, en la que participaron cantaores malagueños ya fallecidos como el Tiriri de Málaga o Chiquito de la Calzá, quien más tarde acabaría su vida profesional como humorista de renombre.
Es en Málaga donde conoce a que sería su mujer, la bailaora María Isabel Barrientos, con la que se casó en la perchelera iglesia de Santo Domingo. Los padrinos, Edgar Neville y Rocío Dúrcal, ceremonia a la que asistieron Marujita Díaz, Antonio Gades, e incluso el alcalde de la época Francisco García Grana y el regidor de Granada, Manuel Solaz. En la actualidad es el presidente de honor de la Peña Juan Breva, donde participa activamente. Vive en la calle Armengual de la Mota, donde es visitado por numerosos artistas y periodistas.
Ya en 1956 demostró lo grande que era en el Concurso de Cante Jondo de Córdoba, donde fue ganador por unanimidad de todos los cantes, y de ahí surgieron múltiples actuaciones suyas en Andalucía, España, y fuera del país en Oriente Medio, Turquía y Grecia, así como en Londres, donde actuó en el English Bach Festival, Japón.
Fosforito no sólo un cantaor, como reza la iniciativa sino un estudioso y conferenciante «preocupado por la pureza y por las raíces del cante y los fundamentos sonoros del mismo», y su labor de investigación ha sido premiada en múltiples ocasiones, entre ellas el último y más señero galardón, la V Llave de Oro del Cante en 2005, un reconocimiento que sólo se ha otorgado en cinco ocasiones, la ya mencionada así como las de Tomás el Nitri (1868), Manuel Vallejo (1926), Antonio Mairena (1962) y Camarón de la Isla (2000).
Fosforito es conceptualmente hablando un purista del flamenco, que se ha mantenido apartado de contaminaciones del cante jondo, y que «es un ejemplo a seguir para las generaciones presentes y futuras» al tiempo que su «autoridad moral y cantarora» nunca ha sido cuestionada, colocando este arte en el lugar que se merece. Sus letras son muy andaluzas y están llenas de existencialismo, abordando el amor, la pasión y la muerte.
Entre los palos estudiados y abordados por el cantaor están el taranto, la petenera, la seguiriya fosforera o la serreña (malagueña de reciente creación), la soleá apola, alegrías, bulerías, como indica el texto, que subraya que Fosforito ha creado «escuela con su forma de ser y de estar, de vivir y de entender la vida flamenca».
Entre sus galardones, además de la Llave de Oro del Cante, figuran la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2007 (Ministerio de Cultura), Medalla de Andalucía 2006, Medalla de Oro de la Provincia de Málaga 2004 (Diputación de Málaga), entre un buen número de distinciones y entre ellas, miembro honorífico de la Universidad de Alcalá de Henares.
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