Vista aérea del estadio de fútbol de La Rosaleda. SUR

Málaga encarga la ampliación del estadio de La Rosaleda al arquitecto de las torres de Martiricos

La Gerencia Municipal de Urbanismo ha contratado una propuesta de remodelación del campo para que la ciudad pueda aspirar a ser sede del Mundial 2030

Jesús Hinojosa

Málaga

Jueves, 26 de enero 2023, 00:22

El Ayuntamiento de Málaga ha dado el primer paso para afrontar la ampliación del estadio de fútbol de La Rosaleda en su actual ubicación, después ... de que se haya descartado su traslado a unos suelos situados al norte de Puerto de la Torre, como aparecía contemplado en el vigente Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU). La Gerencia Municipal de Urbanismo contrató a finales del año pasado, en concreto a mediados de noviembre, un estudio de arquitectura para que elabore una «propuesta arquitectónica de posible ampliación del estadio de La Rosaleda y reordenación del entrono más próximo», según se señala en el enunciado del contrato, clave en la aspiración de que la ciudad pueda ser una de las sedes del Mundial 2030, si prospera la candidatura de España y Portugal.

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El Consistorio ha formalizado este encargo con el estudio de arquitectura madrileño Morph, dirigido por César Frías, con un presupuesto de 14.278 euros y un plazo de ejecución de dos meses. Se trata de un equipo de arquitectos que conoce bien el entorno de Martiricos en el que se ubica el estadio, ya que son los autores del diseño de los dos rascacielos de 29 plantas que la promotora AQ Acentor ha levantado en los suelos que ocupó el rastro dominical para albergar viviendas en venta y en alquiler y dos hoteles. Asimismo, Morph ha elaborado recientemente el proyecto de la nueva zona residencial que se construirá en los suelos que ocupó la fábrica de Amoniaco para la promotora Nuovit Homes.

Tras años de debate sobre el asunto, el Ayuntamiento se ha decidido a poner en negro sobre blanco una propuesta de ampliación del estadio que tome el testigo de la reconstrucción que se llevó a cabo en 2006 con diseño del arquitecto local José Seguí, para alcanzar un campo con capacidad para 30.000 espectadores.

La nueva ampliación de este equipamiento deportivo es clave para que Málaga pueda postularse como una de las sedes del Mundial 2030. España y Portugal, a las que se ha unido Ucrania, presentarán una candidatura conjunta para albergar el Mundial, pero antes deberán resolver cuáles serán las sedes locales en cada uno de los territorios. Deberán seleccionar, en principio, catorce que se repartirán entre los estadios españoles (once, para los que se presentaría el de Málaga) y lusos (tres), mientras que quedan en el aire los partidos que se celebrarían en los campos ucranianos, siempre que ello sea posible en su momento.

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Son quince los estadios candidatos españoles, cuatro más de los necesarios, que quieren albergar partidos de ese Mundial de 2030 en el caso de que sea proclamada la candidatura ibérica, que luchará con otras, entre las que destaca una en Sudamérica para conmemorar el centenario de este evento (Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile). De ahí que todas las ubicaciones españolas pugnan por seguir adelante, como les ocurre a las andaluzas, que son el campo de La Cartuja de Sevilla y el referido de Martiricos, si bien este último deberá afrontar una gran remodelación para adaptarse a los requisitos exigidos, sobre todo en el apartado de la capacidad (tendrá que disponer de 45.000 plazas para espectadores, para que 40.000 de ellas sean netas).

Este equipamiento deportivo debería disponer de unas quince mil plazas más para poder aspirar a la competición internacional de fútbol

La sede malagueña, pese a que La Rosaleda no reúne ahora los requisitos, está muy bien posicionada entre las quince aspirantes. Además del recinto de Martiricos, los otros catorce son los siguientes: Balaídos, en Vigo; Riazor, en La Coruña; El Molinón, en Gijón; San Mamés, en Bilbao; Anoeta, en San Sebastián; La Romareda, en Zaragoza; el Camp Nou y el RCDE Stadium, en Barcelona; el Santiago Bernabéu y el Metropolitano, en Madrid; el Nuevo Mestalla, en Valencia; la Nueva Condomina, en Murcia; la Cartuja, en Sevilla, y el estadio Gran Canaria, en Las Palmas. De esta lista se quedarán fuera cuatro de ellos. Muchos de estos estadios, a través de sus propietarios o clubes que los utilizan, han anunciado ya que procederán a distintas ampliaciones del aforo, pues algunos de ellos, como el malagueño, tampoco están adaptados a la normativa de la FIFA.

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En el caso de La Rosaleda, se mantiene el plan de mantener el estadio en la misma ubicación actual, como ya anunció este periódico y confirmaron las administraciones propietarias de la instalación (Junta de Andalucía, Diputación Provincial y Ayuntamiento de la ciudad). A partir de ahí, el Ayuntamiento ha dado un primer paso para esbozar esa remodelación profunda para pasar de los 30.000 asientos actuales a los 45.000 que se pretenden instalar. Esta reforma, asimismo, no incluirá sólo el estadio, sino que afectará a la zona en la que se encuentra, intentando revitalizarla desde la perspectiva deportiva y también social.

El Gobierno central ha cifrado la inversión necesaria para albergar el Mundial de 2030 en 1.430 millones de euros, de los cuales la mayor parte serán destinados a la inversión en infraestructuras (750 millones de euros) y a los gastos de organización (680 millones de euros). Asimismo, se prevé que esta competición podría generar un volumen de negocio de unos 5.120 millones de euros y más de 80.000 puestos de trabajo.

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