La EMT quiere lograr las cero emisiones y decir adiós al diésel en 2030

Para avanzar en este trayecto que comenzó hace un lustro y que de momento se materializa en 37 buses híbridos, la EMT tiene previsto incorporar entre este año y 2024 un total de 44 nuevos vehículos con una inversión de 22,9 millones de euros, de los que 6,9 proceden de la subvención solicitada al Ministerio de Transportes a través del programa para el fomento de la movilidad sostenible que se financian con los fondos europeos Next Generation.

Entre esos 44 figuran los diez 100% eléctricos que están en fabricación y se espera que están en circulación a comienzos de 2023 tras formalizarse el contrato de compra la semana pasada por 5,9 millones (sin IVA), de los que dos millones son aportados por la citada subvención. A esta partida le seguirán otros 20 buses (10 de tamaño estándar de 12 metros y otros 10 'midi' de 9-10 metros), así como dos de hidrógeno de 12 metros y otros 12 megabuses híbridos de 18,75 metros y capacidad para 150 viajeros.

A partir de ahí, la intención municipal es aprovechar la necesaria renovación de la flota para ir adquiriendo en torno a 30 vehículos cada año y eliminar prácticamente el uso del gasoil, que sólo necesitarían los híbridos cuando la potencia de las baterías no sea suficiente. Menos combustible y también menos contaminación. Desde 2015, la EMT ha logrado una disminución de emisiones de gases de efecto invernadero en más de un 24%.

«Nos hemos marcado el compromiso de lograr las cero emisiones en 2030», ha asegurado el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien ha destacado el apoyo de los fondos europeos en esta primera tanda hasta 2024, además de los 16 millones de euros que saldrán de las arcas municipales, bien a través de la EMT bien a través del propio Ayuntamiento.