Emasa deja de cobrar el recargo a viviendas con contador interior

La empresa municipal de aguas de Málaga (Emasa) pone fin al recargo en la factura que desde hace una década venía aplicando a las más de 12.000 viviendas de la ciudad que entonces tenían el contador en el interior del inmueble. Con el argumento de que las instalaciones interiores suponen unos costes adicionales para la gestión del servicio ya que para comprobar la lectura de consumo se obliga al técnico a acceder el inmueble e incluso a acudir varias veces en el supuesto de que no hubiera nadie en casa, estos hogares tenían que abonar 0,132 euros por cada metro cúbico consumido (IVA incluido).

Tomando como referencia una familia tipo (dos adultos y dos niños) con un consumo medio de unos 28 m³ cada dos meses (periodicidad con la que se emite el recibo), el gasto extra por este concepto suponía una media de 3,7 euros bimestrales. En su conjunto, Emasa recaudaba cada año 170.000 euros por este concepto.

Ahora se suprime al entender que el objetivo de incentivar el cambio de ubicación no se estaba cumpliendo en los últimos tiempos porque la mayoría de las viviendas unifamiliares que todavía siguen sin contador accesible desde el exterior tenían difícil solución y porque, en el caso de edificios con equipos comunitarios, esta situación se ha ido corrigiendo a medida que se han ido acometiendo los planes de individualización puestos en marcha por la empresa pública.

Las que quedan son, en su mayoría, casas unifamiliares construidas hace décadas, destacando barriadas como Arroyo de los Ángeles, avenida Europa, Bonaire, Cruz del Humilladero, Puerto de la Torre, Campanillas, Camino de Colmenar, Capuchinos, Carretera de Cádiz, Huelin, La Mosca, Perchel, Trinidad, Portada Alta o Tiro Pichón.

Este cambio viene recogido en el nuevo reglamento aprobado por la entidad y que entra ahora en vigor tras la publicación de la pertinente autorización de la Dirección General de Tributos de la Consejería de Hacienda en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) de este lunes. En ese documento, también aparecen nuevos conceptos, aunque sin efectos en la práctica porque ya se venían aplicando.

Así, se recoge que en caso de que el consumo se dispare en un domicilio por una fuga en la red interna del inmueble, Emasa cobrará ese agua de más con la tarifa más barata como compensación por el gasto que le supone al propietario el arreglo de la avería. De esta forma, en la tasa de abastecimiento se cobra 0,21 euros por cada metro cúbico de más respecto al consumo habitual, por lo que ese exceso no se computa en el conjunto de la facturación y se evita la penalización por derroche por alcanzar los bloques más altos (a partir del 5º m3/mes por habitante el precio es de 1,54 euros/m³). Como normalmente el usuario detecta esa fuga al recibir una factura por encima de lo habitual, al certificar su arreglo la empresa municipal le corrige el recibo vía descuento o devolución.

Igualmente, también figuran los 1,41 euros por metro cúbico (abastecimiento y desalación) que se cobran por suministros temporales a tanto alzado, es decir, el dinero que se factura por el agua que se aporta, por ejemplo, a obras (fundamentalmente para cimentación de edificios) o para algún tipo de evento. Al no existir contador, el cálculo se hace por estimación.

Volviendo a los recargos, el que sí que se mantiene es el segundo que se puso en marcha en aquella revisión de 2012, denominado de impulsión y que se creó para cubrir los costes de bombeo de agua en los puntos más altos de la ciudad, que afecta a más de 17.000 clientes. Por este concepto, se facturan 0,130 euros por cada metro cúbico consumido (0,119+10% de IVA) a todos aquellos abonados (doméstico, industrial y organismos oficiales) que reciben suministro procedente de depósitos que se encuentren en una cota superior a la de salida de la planta potabilizadora de El Atabal, independientemente del nivel en que esté el punto de conexión de su acometida. Siguiendo con la referencia anterior, suponen otros 3,6 euros bimestrales.

Este suplemento en el recibo afecta principalmente a los usuarios de los distritos Este, Ciudad Jardín, Churriana y Puerto de la Torre, alcanzando de forma más mayoritaria a los vecinos (no a todos) de Puerto de la Torre, El Cónsul, Colonia Santa Inés, Torre Atalaya, Teatinos, El Romeral, Hacienda Bizcochero, Soliva, Finca La Palma, Ciudad Jardín, Cortijo Bazán, Pedregalejo, Mayorazgo, Granja Suárez, Churriana y Florisol. En menor medida, también afecta a residentes en barriadas como Cerrado de Calderón, Pinares de San Antón, El Palo, Las Flores, La Palmilla, Conde de Ureña, El Atabal, Fuente Olletas y Carretera de Cádiz, además de empresas instaladas en el PTA y el polígono El Viso.

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