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Los ediles de Con Málaga, Toni Morillas y Nicolás Sguiglia, calentaban motores este martes cara a la manifestación de este sábado 9 de noviembre, convocada por la plataforma Málaga para Vivir, que dará el pistoletazo de salida a las 11.30 en la plaza de la Merced y terminará en la plaza de la Constitución, y en la que la oposición de izquierdas, tanto el PSOE como Con Málaga, esperan que se superen las 15.000 personas del pasado 29 de junio.
«Tenemos una buena noticia para el alcalde de Málaga. Si no quiere más viviendas turísticas sólo tiene que aplicar las enmiendas que presenta nuestro grupo municipal a la modificación del PGOU para limitarlas en zonas saturadas», como iniciaba la rueda de prensa la portavoz de Con Málaga, indicando que el nuevo anuncio de De la Torre «es un auténtico meme y refleja un oportunismo de manual».
Respecto a la modificación del PGOU, subrayaba que la Gerencia de Urbanismo erraba en el tiro porque para controlar la expansión de los pisos turísticos había creado una herramienta que, precisamente, puede provocar que haya 12.000 viviendas más de este tipo en las zonas que no están saturadas, hasta que se llegue al 8%, que han fijado como tope. En este punto, hay que tener en cuenta que también hay una instrucción de la Gerencia que exige que las viviendas turísticas tengan un acceso y suministros diferenciados del resto, lo que supondría que sólo podrían pedirlo las casas mata, chalés o bajos con entrada independiente, que este último es otro de los problemas que Morillas subrayado que no ha arreglado el alcalde, pese a haberlo anunciado. Los bajos comerciales que se están convirtiendo en viviendas podrían hacerlo también en viviendas turísticas. Así que todavía hay campo.
De hecho, el regidor cambió el paso el jueves de la semana pasada, informando de que había encargado a Urbanismo, detrás de la citada modificación del PGOU, que ahora estudiase prohibir que haya más viviendas turísticas en Málaga, es decir que no se puedan dar de alta más alojamientos de este tipo.
Para Morillas, este anuncio se debe solo a la necesidad que tiene De la Torre de «actuar de calmante o desmovilizar la manifestación», como subrayaba, añadiendo que es obvio que trata de aminorar el número de personas que se sumen a la protesta. «No es creíble que ahora diga que no quiere más viviendas turísticas cuando facilitó que se hiciera una desregulación y una situación ingobernable», subrayaba Morillas, quien daba cuenta de que las enmiendas que ya han presentado sobre la citada modificación del PGOU tienen como punto esencial, no sólo que no haya más viviendas, sino que acaben retrotrayéndose las actuales que están legalizadas, es decir unas 13.000 en Málaga capital.
La citada modificación presentada por la concejala Carmen Casero, que ya se quedaría corta según los deseos del alcalde que quiere que no haya ninguna vivienda turística más, prohíbe, como punto de partida, nuevos pisos turísticos en 43 zonas de la ciudad en las que este tipo de alojamientos supera el 8% del parque de viviendas.
Sguiglia explicaba que hay ciudades que han hecho normativas que frenan la expansión de estos alojamientos. En concreto, puso el ejemplo de Santiago de Compostela, que según la ordenanza municipal aprobada en junio de este año, las viviendas turísticas sólo podrían tener validez 60 días al año y sólo podrían ocupar las primeras plantas, por lo que muchas de las viviendas que están operando carecerían de licencia.
Morillas afirmaba que para retrotraer todas las licencias que hay en Málaga en base al interés general y a que hay una crisis habitacional por los precios desorbitados de la vivienda en compra y alquiler, los propietarios actuales deberían pasar por un nuevo proceso de aprobación en la Gerencia de Urbanismo, aunque no explicó cómo se haría jurídicamente este paso.
Por estos motivos, Morillas y Sguiglia presentan una enmienda a la totalidad para que esta modificación del PGOU de 2011 no salga adelante, y otras 13 enmiendas parciales, entre las que piden que se mejore el régimen de inspección de las viviendas turísticas ilegales, «ya que se estima que hay un 30% de este tipo de viviendas operando de forma ilegal, que serían aproximadamente unas 3.000 y debe hacerse cumplir la ley», subrayó Sguiglia.
La modificación del planeamiento urbanístico sí es una competencia estrictamente del pleno de la ciudad, pero en la actualidad el equipo de gobierno del PP cuenta con mayoría absoluta, 17 frente a los 14 concejales de la oposición, así que los anhelos de Con Málaga tienen pocos visos de salir adelante, a no ser que De la Torre quiera sumar otro golpe de efecto a su anuncio de que no haya más pisos turísticos.
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