Casi el 10% de los malagueños se ha contagiado de coronavirus desde el inicio de la pandemia

Más de 150.000 personas se han contagiado de coronavirus en Málaga desde el inicio de la pandemia, según los últimos datos del Instituto de Estadística de Andalucía. La cifra corresponde a los diagnósticos positivos detectados desde marzo de 2020, de modo que el número real resulta aún más abultado porque habría que sumar a quienes han pasado la enfermedad pero no han sido diagnosticados, bien por no presentar síntomas o por falta de test, como ocurrió durante la primera ola. Al tener Málaga 1,6 millones de habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, cerca del diez por ciento de la población de la provincia ha alcanzado la inmunidad natural, aunque aún se desconoce cuánto tiempo dura la protección originada por la propia infección.

Por distritos sanitarios, Valle del Guadalhorce presenta la incidencia más reducida de la provincia, con un histórico de poco más de un seis por ciento de infectados. La Serranía de Ronda alcanza el diez por ciento y la Vega de Antequera supera el ocho por ciento. Los tres distritos restantes (Málaga, Costa del Sol y Guadalhorce) sobrepasan la barrera del nueve por ciento. Entre los grandes municipios destacan Marbella, Ronda, Coín y Estepona, con un porcentaje de contagiados más elevado que la media, entre el 12 y el 10 por ciento. También en la capital cerca de diez de cada cien personas han sido diagnosticadas.

El porcentaje se dispara en algunos pueblos pequeños como Cuevas del Becerro, uno de los municipios más afectados de Andalucía y donde se han contagiado al menos 24 de cada cien habitantes. En Faraján y Almargen lo han hecho un 15 por ciento; en Teba, un 13 por ciento, y en Alameda y Montejaque, un 12 por ciento. Atajate es el reverso de la moneda: este pequeño pueblo de la Serranía, con apenas 169 habitantes censados, es el único de la provincia que aún no ha notificado ningún caso de coronavirus. Otros como Benadalid y Pujerra sólo han sufrido menos de cinco casos de Covid-19 y su porcentaje de población infectada ni siquiera llega al tres por ciento.

De estos más de 150.000 malagueños contagiados, han muerto 1.874, lo que sitúa la letalidad del virus en la provincia en un 1,2 por ciento. No hay que confundir la tasa de letalidad, que calcula el número de muertes que provoca una enfermedad entre quienes la contraen, y la tasa de mortalidad, que toma como referencia a la población total. Es una letalidad similar a la que provoca la gripe estacional, que presentó una tasa media en España también del 1,2 por ciento durante la campaña de 2019, según el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Pero la causa de que este coronavirus se haya convertido en pandémico, insisten los investigadores, no es su letalidad sino su alta capacidad de transmisión. Otros virus de la misma familia, como el SARS-CoV-1 (que surgió en 2003 en países del sudeste asiático) y el MERS-CoV (conocido como síndrome respiratorio de Oriente Medio) son más mortales que este coronavirus pero no infectan con tanta facilidad.

El 87 por ciento de los contagiados, unas 131.000 personas, han superado ya la enfermedad y figuran en las estadísticas oficiales como curados, es decir, personas que han negativizado el virus después de haber dado positivo en alguna prueba diagnóstica, con independencia de que hayan tenido síntomas o hayan requerido hospitalización o no. En otros casos la infección aún está activa.

Aún se desconoce durante cuánto tiempo se prolonga la defensa natural. Se han producido reinfecciones, aunque poco frecuentes, y los investigadores son optimistas. «Los datos sugieren que la inmunidad en individuos convalecientes será muy duradera», aseguraba un grupo de científicos en la revista Nature hace semanas.

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