Carlota Gutiérrez (danza española) y Belén Bouzas (contemporánea), en una de las aulas del conservatorio Pepa Flores. ÑITO SALAS Vídeo: Pedro J. Quero
Premios extraordinarios

Carlota Gutiérrez y Belén Bouzas, dos maneras de entender la danza, pero una misma pasión

Las jóvenes han terminado sus estudios profesionales en el Pepa Florres y continúan en el Superior Ángel Pericet y en el Trinity Laban de Londres

Lunes, 3 de enero 2022

Son dos maneras diferentes de entender un mismo arte. Dos visiones que pueden parecer contrapuestas, la de la danza española y la contemporánea. Pero ellas, ... sus protagonistas, aseguran que no son tan diferentes, que una y otra se complementan, incluso hay quien estudia una especialidad y continúa después con otra. Coinciden en sus miedos, el esfuerzo realizado, la pasión que ponen en su trabajo y la ilusión por el futuro.

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Carlota Gutiérrez Basto y Belén Bouzas García han obtenido premio extraordinario al terminar sus estudios profesionales de danza en el Conservatorio Profesional Pepa Flores de la capital. Ambas muestran esa mismo ilusión y pasión por una disciplina artística que llena sus vidas y en la que siguen estudiando y formándose: Carlota en el Conservatorio Superior Ángel Pericet y Belén en el Trinity Laban, con una beca de la Fundación Málaga.

Han recibido este reconocimiento por su trayectoria en los estudios profesionales (seis años) durante el pasado curso con una gran ilusión y sorpresa. Dicen que fue un curso «muy estresante», pues recuerdan las restricciones o el uso de las mascarillas en clase. Carlota compaginó los estudios de sexto curso de profesional en Danza Española y el primer curso del Superior en Baile Flamenco. Para Belén fue un curso «muy intenso», pues terminó el Bachillerato en el Santa Rosa de Lima, sus estudios de Danza Contemporánea y además recibió la beca Talento de la Fundación Málaga para estudiar en Londres, «un sueño hecho realidad», dice, por lo que está enormemente agradecida por esta oportunidad para estudiar y seguir formándose en este prestigioso conservatorio de música y danza londinense, situado en el barrio de Greenwich.

También las dos coinciden en que su relación con la danza es «una historia de amor» desde pequeñas. Carlota (21 años) estudió en el conservatorio de su Jerez natal, pero se trasladó a Málaga para poder realizar los estudios superiores de Danza Española, que solo se pueden cursar en Málaga y Madrid. Su pasión por la danza se la transmitieron sus padres, que practicaban baile de salón. A los 4 años ya estaba aprendiendo flamenco.

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Carlota Gutiérrez está estudiando Danza Española en el Conservatorio Superior Ángel Pericet de Málaga. ÑITO SALAS

Belén (18 años) comenzó desde muy pequeña en Triarte para pasar después al Conservatorio Profesional Pepa Flores. Agradece a su amiga Marta que le informara sobre la beca de la Fundación Málaga. Aún no sabe muy bien cómo se la concedieron, pues suele apoyar otras disciplinas artísticas, sobre todo la música o la danza clásica, cuando ella se considera «muy peculiar bailando». Esta ayuda supone para ella un punto de inflexión. «No podría haberme pagado estos estudios», confiesa. «Me veo ahora como una bailarina que puedo llegar lejos; la beca me está abriendo muchas puertas y oportunidades que ni habría soñado», dice la joven, que afirma que «no he estado más feliz que en un escenario».

Carlota también está estudiando coreografía y tiene en mente «llegar a lo más alto, trabajar en una compañía o tener la mía propia y hacer mis coreografías». Tampoco descarta la docencia.

Para Belén, la danza contemporánea supone «encontrar mi yo más puro, una forma primitiva de expresarte, ser generosa contigo misma y compartir esa experiencia con los demás». Carlota apunta al «instinto básico» que supone la danza, pues el ritmo está en las personas incluso desde antes de nacer y nos acompaña durante toda la vida.

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Carlota vive en Málaga en un piso compartido con otras compañeras y Belén en una residencia muy cercana al conservatorio, que comparte con otros estudiantes y artistas. Así, las horas de estudio en sus respectivos conservatorios se prolongan en un entorno creativo. Belén, en un ambiente tan internacional como el de Londres, se siente una «privilegiada» por vivir esta experiencia: «Aprecio bastante lo que me está pasando, todo me maravilla, es un privilegio aprender de otras personas, quiero seguir sorprendiéndome, mantener esta pasión e ilusión», manifiesta la joven, en una muestra de gran madurez que sorprende a su edad.

Profesores y compañeros

Carlota, que se cambió de Jerez a Málaga para continuar sus estudios, asegura haber encontrado un nivel que «me sorprendió para bien». Dice que los profesores tienen un gran nivel y se toman muy en serio su trabajo. Belén añade que ha aprendido mucho de sus compañeros. «También se aprende observando y viendo qué puedes aprovechar de otras personas», afirma.

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Belén Bouzas estudia en Londres gracias a una beca Talento de Fundación Málaga. ÑITO SALAS

Sobre el flamenco y la danza española, Carlota considera que si bien el primero llega a más público, la danza española, aunque tiene un mayor reconocimiento a nivel académico, aún tiene que darse a conocer. Belén afirma que en Londres está aprendiendo de otras corrientes artísticas y que trabaja de 8 de la mañana a 9 de noche, hasta que cierra la escuela, para «disfrutar al máximo de esta experiencia».

Las jóvenes rechazan que la edad sea un problema para su profesión. Carlota dice «haber pensado mucho» sobre este tema, pero que no se ve haciendo otra cosa que no sea bailar y que hay muchas otras maneras de acercarse a la danza. Belén considera que «no hay edad» para el baile, aunque «es posible hacer otras cosas y desarrollarte como persona». Carlota y Belén son la expresión de una historia de amor desde distintas posiciones hacia una misma disciplina artística, la danza.

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