Mensajes en plátanos desde Colmenarejo a La Palma

En principio, todo el alumnado del centro se sumó a la iniciativa 'un plátano por La Palma'. Cada niño llevó un plátano de Canarias para desayunar “con el objetivo de incentivar su consumo, porque es sano y además porque ahora los agricultores de La Palma nos necesitan más que nunca”, explica la maestra de Infantil Ana Rodríguez Melero. Al mismo tiempo, se trabajó la inteligencia emocional y la lectoescritura en educación infantil, escribiendo y leyendo palabras de ánimo en los plátanos.

Las noticias sobre el volcán están teniendo una gran repercusión entre los niños, que viven con gran expectación todo lo que está sucediendo en La Palma. “Así es cómo he visto aquí la posibilidad de iniciar un trabajo por proyectos con mis alumnos de Infantil de 5 años, que hemos titulado 'el volcán y las islas Canarias”, explica la maestra.

Es un proyecto en el que los alumnos y alumnas de Ana Rodríguez están aprendiendo cuáles son las distintas islas que componen las Canarias, dónde se encuentra el volcán, cómo se denominan las distintas partes de un volcán, qué es el magma, la lava, la colada, las chimeneas o el cráter. También leen de forma global estas palabras, están conociendo el porqué se ha despertado el volcán o de dónde nacen los plátanos. También están utilizando esta fruta para sumar o restar.

Los niños también ha construido un volcán de papel, lo han pintado y les ha servido para estudiar sus distintas partes. “En una semana y media que llevamos con el proyecto ya leen perfectamente las palabras relacionadas con el volcán, explican perfectamente qué es un volcán y por qué de la erupción y saben ubicar las islas en su lugar correcto”, dice la profesora.

Pero es que además en los niños se ha despertado un sentimiento de solidaridad y empatía con los afectados por la erupción. “Me hacen llegar sus sentimientos de pena por lo que está pasando, de personas que pierden su casa o su modo de vida. Trabajamos así la inteligencia emocional o la empatía, porque son capaces de ponerse en el lugar de estas personas y expresar sus sentimientos”, afirma Ana Rodríguez.