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El futuro uso de los terrenos de los antiguos cines Astoria y Victoria en la plaza de la Merced sigue sin despejarse una década después de que el Ayuntamiento adquiriera el solar por 21 millones de euros. Tras años de debates, lo único que parece ... claro a día de hoy es que a raíz de los hallazgos arqueológicos aparecidos se desecha el proyecto de unos empresarios cordobeses de realizar un auditorio soterrado sobre el que levantarían en superficie un edificio de varias plantas para hostelería y espacios culturales. A partir de ahí, todo es una incógnita. Mientras el alcalde, Francisco de la Torre, ha llegado a plantear la posibilidad de construir un edificio de carácter cultural y otros usos incluso tecnológicos, sus socios de gobierno (Ciudadanos) descarta la construcción de un gran edificio y apuestan por un inmueble «de bajo impacto visual, de como mucho planta baja más una, que permita disfrutar de las vistas y que sea el kilómetro cero de la historia de Málaga».
Para ello, la concejala de Cultura, Noelia Losada, ha propuesto este viernes la convocatoria de un concurso público para definir su uso, pero a diferencia del ya celebrado en 2017 cuyo ganador fue el proyecto de contenedor cultural que promovía Antonio Banderas, «que sea vinculante». «El solar del Astoria es la gran oportunidad para aglutinar la Málaga trimilenaria, por eso queremos que se convierta en el kilómetro cero de la historia de Málaga porque allí se dan la mano restos árabes, romanos y cristianos de esta ciudad», ha afirmado la edil, quien reitera la idea de Ciudadanos de convocar «un concurso de arquitectura para proponer la mejor solución, pero que sea vinculante, porque hemos hecho otros que no han servido para nada».
En este sentido, la responsable de Cultura en el Ayuntamiento pide «ser ambiciosos, contando con los mejores estudios y profesionales de prestigio, pero siendo respetuosos con ese kilómetro cero porque lo que más valor tiene y lo que nos diferencia de otras ciudades es nuestra identidad histórica y cultural». Según asegura, ésa sería «la idea más consensuada en Málaga».
Mientras tanto, el alcalde sigue sin aclarar el futuro de esta manzana a pesar de que en varias ocasiones se ha marcado este año como plazo para despejar el camino tanto con el proyecto definido como con una partida en los presupuestos municipales de 2022 para empezar a materializar esa idea. «Debemos tenerlo en 2022», apuntaba el regidor el pasado mes de mayo.
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