Málaga, ciudad de moda para invertir

«Podemos decir que hemos vuelto a 2019. Esta no ha sido una crisis financiera, sino una crisis sanitaria, así que sigue habiendo mucha liquidez y necesidad de inversión por parte de grupos de todas las partes del mundo», remarca la comercial de Salvago Advisors, que ejerce como anfitriona de bolsillos norteamericanos, europeos o asiáticos que buscan oportunidades para hoteles, proyectos residenciales y apartamentos turísticos, un producto en el que la ciudad desbanca a Barcelona, donde las limitaciones para este tipo de alojamientos están derivando las inversiones hacia aquí. «Málaga está imparable, todos están enamorados de cómo está la ciudad», señala María José, quien valora positivamente que los bancos estén empezando a abrir de nuevo el grifo de la financiación.

Basta darse un paseo por la ciudad para comprobar que un buen número de inversiones proyectadas desde hace años están materializándose y no se han frenado a pesar de la crisis derivada de la pandemia. La actuación para transformar la zona de Hoyo de Esparteros con un hotel diseñado por Rafael Moneo; los hoteles de cuatro y cinco estrellas, respectivamente, en el conjunto de La Equitativa; el reciente desarrollo que ha tenido la zona de Bizcochero en Teatinos para casi un millar de viviendas; las obras del fondo alemán Aquila Capital para levantar dos rascacielos de treinta plantas para viviendas en venta y en alquiler y un hotel en Martiricos; las que también realiza este mismo grupo promotor de AQ Acentor en La Princesa para 350 pisos en alquiler repartidos en tres edificios, uno de ellos de 73 metros de altura; los movimientos de tierra en Sánchez Blanca, junto a Intelhorce, para una futura urbanización de más de tres mil viviendas liderada actualmente por la promotora Urbania; los proyectos de residencias para estudiantes que han florecido en el Centro y el entorno del campus universitario; la culminación de la operación residencial de Colinas del Limonar; las residencias para mayores que se realizan en la zona este... Son solo algunos de los ejemplos del dinamismo de inversiones que se puede tocar con las manos y que supone una avanzadilla de lo que está por venir.

Porque, si la tendencia se mantiene, a Málaga le quedan años muy dorados. Otro escenario donde especialmente se palpa este prometedor futuro es la fachada litoral oeste, en la que ya han comenzado las obras del sector de Torre del Río, que estará dominado por tres torres de una veintena de plantas para las que se comercializan viviendas concebidas como un producto de lujo, valoradas en algunos casos en más de tres millones de euros. A esta primera actuación y la que ya se empieza a realizar en el sector de El Pato II, se sumará la prevista en el suelo de La Térmica para 870 viviendas, comercios, oficinas y un hotel; y más adelante la que reemplazará la zona de naves de Nereo, con otras tres torres de 23 plantas.

Siguiendo este mismo eje litoral oeste se llega hasta uno de los dos suelos que el Ayuntamiento sacó a concurso para la implantación de una universidad privada junto con otro en Teatinos. Cinco entidades docentes han competido por desembarcar en ambas localizaciones. Finalmente, todo apunta a que las adjudicatarias serán la Alfonso X El Sabio y la Europea de Madrid. Además, el equipo de gobierno recibió recientemente a la universidad vasca de Mondragón, en la que está integrada el Basque Culinary Center, también con la intención de instalarse en Málaga. Asimismo, fruto de un concurso convocado por la Gerencia de Urbanismo es el edificio de oficinas que el grupo Insur prevé levantar junto a Tabacalera, con una inversión de unos 30 millones de euros.

José Luis Aguilar, propietario de Larios Tres Consultores y Larios Tres Legal, asegura que Málaga es «el polo de atracción más fuerte de toda España después de Madrid y Barcelona» en la captación de inversiones. «Todos los grandes inversores quieren venir aquí», afirma, pero advierte a renglón seguido del peligro de «morir de éxito». «Si hacemos bien las cosas, esto puede ser la California dorada, pero si las hacemos mal, sufriremos las consecuencias», apunta.

En ese sentido, enciende las alarmas respecto a cuestiones que considera que pueden suponer un grave perjuicio para esta etapa floreciente. Una de ellas es el incremento del precio de los suelos, que asegura que «se está recalentando» y habría que «controlarlo». Y otra es la intención del Gobierno central de limitar el precio de los alquileres, algo que podría dañar los planes de negocio de las promotoras que están apostando por construir viviendas para arrendarlas, el conocido como 'build to rent'.

No obstante, José Luis Aguilar opina que, si se solventan esas cuestiones y se agilizan los trámites burocráticos para aprobar los proyectos, «estamos en un momento dulce, y vamos a vivir uno de los episodios más importantes de la historia de Málaga».

Prueba de ello son los proyectos para seguir potenciando el uso ciudadano del puerto, como los atraques para megayates que ya están en obras en los muelles 1 y 2, el hotel en la plataforma del dique de Levante, el puerto deportivo de San Andrés y las oficinas planeadas en el muelle de Heredia. Asimismo, los inversores ven con buenos ojos el Plan Málaga Litoral que promueve el Ayuntamiento para soterrar el tráfico en el borde sur del Centro.

De igual modo, son numerosos los grandes proyectos logísticos y residenciales que se están activando en el extrarradio de la ciudad, en suelos de Churriana, el Guadalhorce, Campanillas y Puerto de la Torre, para dar cabida a empresas de distribución de mercancías y miles de viviendas.

Pero el escenario que ha colocado a Málaga en el foco de los grandes inversores nacionales y extranjeros no estaría completo sin otro pilar imprescindible que terminará de dibujar el futuro a medio plazo de la capital como elemento tractor y, sobre todo, dinamizador: es la Málaga tecnológica, cuyo germen se puso hace más de una década y que ahora rentabiliza esa labor de atracción de talento. El anuncio del desembarco de gigantes como Google y Vodafone ha soliviantado a otras ciudades españolas que competían por hacerse con un trozo del jugoso pastel, pero ha sido Málaga la que finalmente saborea el resultado de un trabajo de fondo que comenzó hace años. Con ellos, en los últimos cuatro meses han anunciado importantes inversiones Dekra, Globant, Telefónica y TDK, por citar sólo las más sonadas. A ese fenómeno se refiere el consultor independiente y CEO de Honestas Advisors José Carlos Romero, convencido de que ese futuro, en Málaga, «pasa por dar cobertura inmobiliaria y legal a las empresas tecnológicas», a las que suma casos de éxito local como Freepik y BeSoccer aunque con un último aviso a navegantes: «Aún necesitamos más oferta y facilidades en dos sectores clave como son las infraestructuras de oficinas y de logística. Está bien que vengan, pero tienen que tener un sitio adecuado para trabajar».