El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Málaga ha sido testigo este jueves de un duro enfrentamiento dialéctico entre los concejales Jacobo Florido (PP) y Mariano Ruiz Araujo (PSOE) en el que se han acusado mutuamente de «pactos de la vergüenza», han vaticinado la derrota electoral de su oponente en los próximos comicios municipales y se ha hablado incluso de «matonismo». Este episodio ha tenido lugar durante la comisión plenaria de Economía, en el momento de abordar una moción de Adelante Málaga en la que se instaba al Ayuntamiento a poner en marcha un plan de empleo y formación dirigido a los sectores más afectados por la pandemia, así como a parados de larga duración y colectivos con más dificultades de reinserción laboral. La propuesta fue desestimada por el equipo de gobierno (PP y Cs) con el apoyo del edil no adscrito Juan Cassá, alegando que la intención es adherirse a los que está preparando la Junta de Andalucía, pero fue el momento en el que subió el tono de una sesión que hasta entonces iba relativamente tranquila.
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En su primera intervención, Ruiz Araujo afeó a los populares el plan de rescate bancario cuando estaban en el Gobierno central con un «para sus colegas sí hay ayudas, pero al currito de a pie le decimos que no se está esforzando demasiado», a lo que continuó aludiendo al «pacto de la vergüenza que están cerrando -apuntando al acuerdo con Cassá para garantizar la estabilidad durante el resto del mandato- para agarrarse a la silla y no reconocer que han faltado a su palabra» con estos planes de empleo. «Sigan así sin escuchar a la gente, que muy pronto nadie querrá escucharles a vosotros».
Llegaba entonces el turno de Jacobo Florido. Empezó haciendo cábalas sobre las próximas elecciones municipales. «De los de arriba -refiriéndose a los ediles de Adelante Málaga- si queda uno será de milagro, y los del PSOE verán muy mermadas sus filas. Lo veremos y nos reiremos, me reiré», espetó, para seguir acusando a los socialistas de «colocar a familiares y a amigos de familiares«. De ahí pasó a hacer referencia a otro «pacto de la vergüenza». «El único pacto de la vergüenza es el que tienen ustedes con Bildu, aquellos que hacen loas a quienes salen de la cárcel después de haber matado a tantas personas. Ése es el voto que tienen y les duele. Le anticipo que los malagueños juzgarán, y ya verá cómo les van a juzgar», sentenció.
En su réplica, Ruiz Araújo lamentaba que «cada vez que interviene el señor Florido el nivel del Pleno cae a niveles insospechados». «Su matonismo no va a suplir su falta de trabajo. Llegue a tiempo a las comisiones, prepárese las mociones y podrá elevar la pobreza en su argumento», le dijo antes de volver a centrar su intervención en torno a los planes de empleo.
Lejos de quedar ahí, la discusión fue a más cuando el concejal del PP volvía a tomar la palabra. «Viene bien el rapapolvo que le he pegado porque se han venido abajo y han centrado la pelota», afirmó. En cuanto a lo de prepararse las comisiones, contestó: «No me hace falta, pero sí le pediría que me mire a la cara cuando le hablo en vez de mirar al infinito (llegó a referirse a Ruiz Araujo en varias ocasiones como el 'señor del infinito'). Yo me explico como me tengo que explicar. Será mal, pero ganamos elecciones y usted es un perdedor nato».
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